Mario Manrique, número dos del Smata (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor) prometió en una entrevista que, en caso de que gobiernen Milei o Bullrich e intenten avanzar contra los derechos de los trabajadores, la CGT va a “resistir” e “inundar las calles”. En ese sentido agregó: “Se está tirando demasiado del piolín con ese tema. Se declaran situaciones muy extremas. Ojalá no se llegue a esos momentos pero el movimiento obrero no puede ser indiferente ante la quita de derechos”.

Resulta notorio que el dirigente de la central sindical haga estas declaraciones cuando la propia CGT es cómplice del brutal ajuste que esgrime el gobierno nacional, el cual arremete contra salarios y jubilaciones mediante las paritarias a la baja que negocia la burocracia sindical con las patronales. Este accionar es el que mantiene al salario mínimo por debajo de la línea de indigencia y el responsable de que los salarios de los trabajadores registrados hayan perdido casi un 10% de poder adquisitivo en lo que va del año.

A su vez es la misma burocracia la garantiza el avance contra los convenios colectivos. Sin ir más lejos, el Smata fue quien viabilizó la reforma laboral en Toyota, la cual extendió la semana laboral obligatoria para el personal, con francos rotativos y menor plus por horas extra. Así logró que los obreros trabajen los fines de semana, acrecentando la explotación laboral en beneficio de una de las multinacionales automotrices más grandes del mundo. La propia CGT incluso había pactado la ley de reforma laboral con Macri, que luego no pudo ser llevada adelante por la enorme resistencia del pueblo a la reforma previsional. Esta política de flexibilización es la misma que defienden todos los políticos capitalistas, sobre todo Bullrich y Milei, para pulverizar los derechos laborales y promover la mano de obra barata.

Es sobre este “consenso” de peronistas y opositores en la flexibilización de los convenios que avanzan las propuestas de Milei. El libertario hace su campaña política utilizando el desprestigio de la burocracia enquistada en los sindicatos, con la parálisis y desmoralización que promueven al interior del movimiento obrero, cuando éste y sus condiciones de vida son sacudidas por las políticas antiobreras del gobierno.

Sin embargo, las propuestas de Milei son la profundización del camino que nos trajo hasta esta debacle. La dolarización que impulsa el libertario requiere de una megadevaluación que aniquilará los salarios y aumentará exponencialmente los precios; la limitación extrema de la intervención de los sindicatos le otorgará vía libre para avanzar también contra los derechos laborales en el afán de promover mano de obra barata y precarizada para las patronales.

Para hacerle frente al ataque del gobierno y la derecha, y enfrentar lo que se viene, es necesario contar con conducciones sindicales clasistas y combativas que estén dispuestas a defender los salarios y los derechos laborales, y luchar a fondo contra las políticas antiobreras. Es el caso del sindicato del neumático, el cual, luego de arrebatarle la conducción a la burocracia sindical y mediante la organización de los trabajadores y el método de deliberación colectiva, encaró un plan de lucha que viene recomponiendo los salarios desde 2016 y que consagró una nueva paritaria récord por segundo año consecutivo.

A su vez, es urgente organizarse en los lugares de trabajo y convocar un congreso de bases para luchar por un paro general, que supere la contención de la burocracia sindical y enfrente el ajuste del gobierno, en defensa de nuestras condiciones de vida.

https://prensaobrera.com/politicas/gabriel-solano-milei-es-un-fascista-que-ataca-al-socialismo-para-justificar-el-avance-contra-las-condiciones-de-vida-del-pueblo