Sindicales

10/2/2003|819

El triunfo de esta huelga está en nuestras manos

Ni las elecciones, ni la represion, ni los agoreros han logrado quebrar nuestra lucha

Nos desalojaron de los puentes con el peso de toda la artillería represiva de Sobisch.


Pero la huelga siguió.


Los agoreros de siempre recorrieron los piquetes socavando la moral y últimamente ya se animan a plantear abiertamente que nos rindamos al gobierno.


Pero las asambleas, masivas todas ellas, una y otra vez votan seguir la huelga.


La Cta y la Ctera le dan la espalda a nuestra lucha, pero a pesar del aislamiento, se abre paso contra los planes del FMI, el gobierno y sus colaboradores.


Con los votos no alcanza.


El aparato del Mpn ganó la elección con el 30% del padrón electoral (donde no figuran los estudiantes secundarios ya que son menores), y los medios agigantaron esa victoria y ocultan el alto porcentaje de votos en blanco en San Martín de los Andes (20 %), Centenario (15%) y Cutral Có (11%) .


El despliegue del aparato partidario sólo permitió al Mpn un diputado más, de 16 aumentó a 17; y debió recurrir a la alianza con el menemismo local: Opción Federal.


Los votos no alcanzan para gobernar, como ejemplo de ello vale recordar que 6 de cada 10 neuquinos habían votado a “Don Fe” Sapag y con ello no pudo evitar enfrentar al Cutralcazo y la huelga del 97 que pusieron en vilo al gobierno provincial.


Sobisch no logró organizar la reacción contra los cortes, ni a los padres contra los docentes, por eso necesita a la policía y a los medios para enfrentarnos.


Los trabajadores de la educación hemos demostrado que queremos resolver el problema. El gobierno juega a las escondidas para dilatar y desgastar y apela a que nos encontremos con los descuentos masivos de los días de paro para que volvamos a las aulas.


De esta manera el gobierno pone en peligro el cierre del ciclo lectivo.


Porque nosotros sabemos que el problema no es económico sino político. Que plata hay. Que a nosotros nos quitan pero a los bancos y las empresas les dan.


Por eso la huelga sigue y la marcha del martes 30 fue muy masiva.


Al calor de los cortes y piquetes nuevas seccionales se han sumado al paro: Rincón de los Sauces, El Chañar, etc.


El paro está firme en grandes ciudades como Neuquén, Cutral Có, Centenario y en otras menores como Senillosa. De conjunto, tiene dimensiones provinciales y lógicamente hay que lograr mayor masividad, llevarlo al 100% en todos lados. Este camino obligará al gobierno a sentarse a negociar.


Sobisch aprovechó cada tregua para dilatar: Con la tregua de 15 días no negoció. Cuando levantamos la permanencia el lunes a la noche, el martes a la mañana nos cambió la fecha para 6 días después.


Abrir cualquier impasse será nuevamente aprovechado para estirar la mesa de negociación, a la espera que alguna maniobra antihuelga tenga éxito y termine por derrotarnos.


Tenemos que hacer de la permanencia un centro de organización y agitación, transformando a la plaza en un elemento de presión para que Sobisch nos reciba ahora y le arranquemos nuestros reclamos.


Es hora de torcerle el brazo al gobierno.


Nuestra lucha nació para ganar. Solo así podremos volver a las aulas.