Al cabo de 70 días de huelga, los trabajadores de la educación de Atech-zona Sur lograron quebrar al gobierno K de Buzzi y conquistar una parte de sus reclamos: el aumento del ítem salarial de zona patagónica, que será incrementado un 65% ahora y hasta un 80% a mediados de 2014. De hecho, fue la reapertura de las paritarias, a pesar del boicot de la dirección K de Atech provincial y del gobierno.

Los reclamos eran más amplios, e incluían la solución definitiva a la cuestionada prestación de salud de una obra social desfinanciada por culpa de las sumas no remunerativas (en negro); la jubilación con 25 años de servicios, el 82% móvil sin limite de edad, la discusión de los contenidos con participación de los docentes y la solución a los graves problemas de infraestructura que sufren las escuelas.

El conflicto docente fue, además, el comienzo de una pueblada. La irrupción organizada de los padres y estudiantes reforzaron el reclamo por el estado en que se encuentran las escuelas; los porteros, que en principio acataron la conciliación obligatoria, luego de que se les ofreció solamente 80 pesos (6%) de aumento, tuvieron que llevar su reclamo junto a los docentes a la ruta. De igual forma lo hicieron los trabajadores de la salud.

El gobierno de Buzzi y las petroleras atacaron a los docentes, acusándolos de desestabilizadores de la economía provincial, porque impedían el tránsito de los camiones que transportaban petróleo con los cortes de ruta. El tiro les salió por la culata, porque cuando llevaron a los trabajadores petroleros, con la complacencia de la burocracia sindical, en micros hacia el corte, los petroleros, lejos de enfrentarse con los docentes, se solidarizaron con ellos. El gobierno nacional también fue otro gran derrotado: Berni mandó a la gendarmería para quebrar a los maestros y profesores, cosa que no ocurrió.

La huelga se llevó puesto al gobierno de Buzzi en las elecciones, a un gabinete en pleno del gobernador y a tres altos funcionarios educativos del nuevo ministro de Educación, porque la insatisfacción de los reclamos de los padres por los problemas de infraestructura sigue manteniendo a los padres autoconvocados y en pie de lucha.

En medio de la huelga se desarrollaron las elecciones en el gremio docente para renovar su dirección provincial, conducida por la kirchnerista lista Verde, que responde a nivel nacional a la Celeste.

La lista oficialista contó con todo el apoyo del gobierno provincial de Buzzi y de Ctera. Sin embargo, la lista opositora -la Lila- logró un triunfo indiscutible con el 85% en Comodoro Rivadavia. Pero maniobras fraudulentas, particularmente en la regional Norte de Atech, y la focalización en la huelga, impidieron que la lista opositora fiscalizara el 100% de las mesas. El resultado fue adverso por muy escaso margen: entre 15 a 50 votos a favor de la Verde.

La pueblada educativa de Chubut adelanta el carácter de las luchas docentes que se van a desenvolver en todo el país en 2014, y en este fin de año 2013. Es lo que ocurre ya en la provincia de Buenos Aires, a pesar de la asimilación de la burocracia sindical celeste de Suteba-Ctera con el gobierno cristinista.