Sindicales

25/4/1995|445

El verdugo Bohoslavsky muestras sus cartas

Pablo Bohoslavsky, el rector de la Universidad del Comahue, lanzó un nuevo ataque conra los docentes y los estudiantes. Como ejecutor de la política antieducacional del menemismo, “el Consejo Superior aprobó la distribución del presupuesto de 37 millones otorgado por el gobierno nacional para 1995” (Río Negro, 8/4/95), “convalidando la reducción de los 200 puntos para el claustro de profesores que ocasionó el plan de lucha de ADUNC y los despidos denunciados por los gremialistas (ídem).


Tampoco hubo “asignación para el rubro bienes de capital, es decir que la universidad no desembolsará peso alguno en bibliografía o computadoras” (ídem).


El mayor ataque lo reservo contra la educación. “Nosotros no creemos en el dogma del ingreso irrestricto”, (Río Negro, 13/4/95) dijo el “educador”, lo cual no es una novedad porque fue el mismo quien impulsó el censo universitario, con el propósito de arancelizar la Universidad. Tan a fondo se jugó Bohoslavsky por esta política reaccionaria, que querelló en los Tribunales por injurias a Silvia Mansilla, secretaría adjunta de ADUNC y militante del PO, simplemente porque la compañera lo derrotó en una asamblea-debate al demostrar que quería trabar el ingreso de los estudiantes a la Universidad.


Para el ofendido rector el ingreso irrestricto “quiere decir que joy un joven puede estudiar lo que quiere en cualquier lado y eso hoy es absolutamente imposible. Las condiciones materiales no lo permiten y las necesidades económicas y sociales de la región tampoco” (ídem). Bohoslavsky confiesa, entonces, que está en contra del derecho de enseñar y aprender.


Bohosllavsky cree saber que se debería estudiar y cuales serían las necesidades de la región. Dice que “las carreras que tienen centenares de alumnos ingresantes, tenemos que determinar si son o no prioritarias”, como si el supiera mejor que los propios estudiantes y sin importarle, claro, violar “las leyes del mercado” por medio del despostismo estatal.


Pero si se trata de “las necesidades económicas y sociales de la región”, Bohoslavsky debería impulsar el ingreso superirrestricto, abogar por la triplicación del presupuesto universitario y educativo, plantear un impuesto al capital destinado al aumento de los salarios docentes, etc. Pero Bohoslavsky no está jugando por las masas de la región sino a seguir gerenciando, con el correspondiente beneficio personal para él, los intereses del FMI y los acuerdos internacionales.