Las elecciones del 6 de septiembre de la “CTA – de los Trabajadores” tendrán un capítulo especial en el sindicato del subte por dos cuestiones fundamentales: por un lado, será un recuento de fuerzas y reagrupamiento para el clasismo en la antesala de las elecciones de Secretariado Ejecutivo de AGTSyP del 2019; y por otro, se desarrolla en el marco de una confrontación política con la dirección yaskysta, por el rumbo de lucha que debe adoptar el sindicato para frenar la ofensiva de Macri y Larreta. 

A diferencia de lo que ocurrió en la última elección de AGTSyP, el clasismo se presenta en una lista única encabezada por Claudio Dellecarbonara del PTS y Christian Paletti del PO, como parte de la Multicolor que disputa a nivel nacional. La presentación de este frente y de una campaña en común puede ampliar el campo de apoyo de la base y suscitar expectativas hacia la pelea por la dirección del sindicato en el 2019. 

En la elección de la CTA del 2014, en cambio, la Naranja del Subte (PO e independientes) presentó lista a solas debido a la abstención y boicot del PTS (lista Bordó), e idéntica posición del sector kirchnerista disidente – Lista Violeta, que integra, hasta hoy, con el PTS el frente Bordó – Violeta. En aquella oportunidad, la Naranja canalizó el voto opositor, obteniendo el 35%. En la actual Multicolor, la Violeta no participa, revelando una fuerte adaptación política al pianelismo, con el que evita confrontar como lo revela su total ausencia del cuerpo de delegados en todo el desarrollo del conflicto de este año. 

Lo que está en juego 

Rodríguez Larreta pretende avanzar sobre las conquistas de los trabajadores del subte y su organización, la AGTSyP. Caída del 30% del salario, desconocimiento de la AGTSyP y amenaza de ilegalización, la firma con la UTA de un miserable 15%, el desafuero a delegados con pedidos de despidos, las centenares de sanciones, la represión policial con detención de compañeros, el bloqueo de cuentas de aportes gremiales, el desprecio por la salud de los trabajadores (asbesto, riesgo eléctrico), entre otros, configuran un verdadero plan de guerra contra los luchadores del subte. 

Ante esta ofensiva brutal, el sindicalismo K de Pianelli-Segovia plantea una serie de medidas inocuas, ineficaces y de baja intensidad, como liberación de molinetes, distribución de café y paros de una o dos horas por línea, en horas muertas. Esto a la espera del recambio político patronal para octubre del 2019, de la mano del kirchnerismo, el PJ y la burocracia sindical moyanista.

La respuesta a esta ofensiva no puede esperar. Estamos ante una dirección que arrastra a los trabajadores a la derrota y la desmoralización, que en nombre de la “unidad” bloquea toda lucha contra el gobierno y hasta se niega a convocar una asamblea general. Siendo del mismo palo de la dirección de varios sindicatos de la Ciudad como UTE, AGTSYP (Subte), ATE, Sitraju, en los que recae particularmente la ofensiva del gobierno de Macri-Larreta, han rechazado la convocatoria a un plenario de delegados conjunto que resuelva un plan de lucha unitario en el camino de Télam y los Docentes Universitarios.

Nuestro planteo

La elección de CTA se desarrolla en medio de la campaña que encabeza la Naranja del Subte por una Asamblea General extraordinaria que resuelva un plan de lucha de verdad. Hemos conquistado, con el apoyo de 240 trabajadores, el requisito estatutario del 5% del padrón, para que la dirección del sindicato la convoque. Entramos en una segunda etapa de la campaña. Con la presentación de las firmas en el sindicato, realizada el viernes 24, se abre una nueva lucha política para que se haga efectiva la Asamblea General en el plazo de 15 días como establece el Estatuto. Nuestra campaña pondrá el acento en que los trabajadores podemos frenar la ofensiva macrista con una respuesta firme, definiendo un plan de lucha de verdad, con medidas de acción directa progresivas de todas las líneas, convocando a la unidad de acción a los gremios de la Capital.

Llamamos a votar masivamente en el Subte por la Lista 6 Multicolor, por la lista clasista que propone organizar un plan de lucha en defensa de nuestras conquistas y nuestra organización.