Sindicales

27/9/2012|1241

Elecciones de UOM Villa Constitución: "Ganaron las patronales"

El derrumbe de la Marrón de Piccinini-Actis-Micheli

"Ganaron las patronales", definió un activista de Tenaris en reunión de balance.


La UOM Villa Constitución volvió al dominio kirchnerista: 54% (1.665) para la Azul (Ibarra-Paulón-CTA Yasky), el 33% (1.014) para la actual conducción de la lista Marrón (Actis-Piccinini-CTA Micheli) y el 13% (395 votos) para la Verde-Negra del activismo independiente.


La derrota aplastante de Piccinini es la consecuencia del fracaso de su política para enfrentar la ofensiva patronal-gubernamental en la seccional.


El hecho más emblemático de estos ataques fue el cierre de Paraná Metal, con el despido de más de 1.000 obreros en una seccional de 5.000 metalúrgicos.


En esa lucha, la directiva piccininista jugó el papel de bombero. Mientras el activismo y los sectores combativos cortaban la autopista Buenos Aires-Rosario, con lo que instalaban nacionalmente el conflicto, la directiva seccional encarrilaba la lucha a las interminables y desgastantes negociaciones con los funcionarios nacionales y provinciales.


El resultado de esa orientación fue la derrota de esta gran lucha, con el cierre de la planta y despidos masivos.


La línea derrotista de quienes se autoproclamaban "la memoria del Villazo" dejó marcada a fuego a una dirección sindical incapaz de enfrentar el ataque patronal.


La Marrón no sólo perdió las elecciones y el sindicato, sino que su candidato a secretario general, Del Greco, perdió en su propia fábrica, Paraná Metal, donde había dirigido el conflicto a la catástrofe. La Marrón cayó del 61,5 de 2008 al 33%.


Es la prueba de que el michelismo está completamente agotado como posibilidad de organización del movimiento obrero.


La Azul consiguió capitalizar mayoritariamente el descontento de los metalúrgicos. Logró eludir su propia responsabilidad en el retroceso de la seccional. Dirige históricamente la interna de Acindar, mantiene con esta patronal un acuerdo estratégico donde admite una precarización laboral que mantiene a la mitad de la fábrica tercerizada. Es más, por una cláusula de paz social evitó toda medida de solidaridad con Paraná Metal.


La Azul, desde la dirección del sindicato, va a profundizar la política de integración al Estado y a los partidos patronales. No por casualidad saludaron su victoria dirigentes de La Cámpora, del yaskismo y funcionarios del gobierno provincial. Cuando la UOM se apresta a liderar la "CGT-Balcarce", la otrora seccional combativa entra en el campo político de la cooptación oficial.


Llamativamente, dirigentes del PS, como la diputada Ciciliani, reivindicaron el triunfo azul y saludaron al nuevo secretario general, Ibarra, como militante "socialista". Ciciliani fue la que piloteó personalmente, en esos momentos como funcionaria del Ministerio de Trabajo de la provincia, el conflicto de Mahle (que dejó a 500 trabajadores en la calle).


Esta alianza política de yaskistas, camporistas y "socialistas" que está detrás de la Azul anticipa una política de regimentación sindical y de cooptación, donde las reivindicaciones obreras serán subordinadas a los intereses de las patronales y de los gobiernos capitalistas.


El cuadro descripto destaca lo que implica la votación (13%) de la Verde-Negra.


El activismo dio un enorme paso adelante constituyendo esta tercera lista que mejora las posibilidades de disputar los cuerpos de delegados e internas, para transformarlos en organismos de defensa de las reivindicaciones obreras, con una política independiente de los bloques de la burocracia de la seccional.


El proceso electoral puso en evidencia que el programa reivindicativo debe ir unido a la lucha por la independencia política de los trabajadores, a la delimitación de posiciones con los partidos y frentes políticos patronales y al desarrollo de una alternativa política de la clase obrera.