Sindicales

7/9/2016

Elecciones en Alimentación: extraordinario salto del clasismo


El día martes se realizaron las elecciones para la conducción de STIA (Alimentación), de la provincia de Buenos Aires.


 


El hecho más notable, sin lugar a dudas, fue el resultado obtenido por la combativa lista Naranja, opositora a la Verde de Luis Morán, encabezada por Pablo Busch (delegado de Unilever) y conformada por delegados y activistas de once fábricas.  


 


En su debut, la Naranja obtuvo el 16% de los votos. El resultado total fue de 1615 votos para la Lista Naranja. Sin embargo, allí donde no tuvimos fiscales, la Verde no sólo se alzó con el 100% de los votos sino que además “votó” el 100% del padrón. La burocracia ya no cuida ni las formas a la hora de hacer fraude. Sin esta maniobra escandalosa, la Naranja ronda el 30% de los votos y se hubiera alzado con la minoría. En 90 fábricas del gremio las persecuciones de la burocracia y las patronales impidieron la fiscalización. En muchas de ellas, directamente no dejaron entrar a los fiscales naranjas.


 


En cambio, donde logramos fiscalizar, el resultado fue fructífero: nuevo triunfo en Knorr y Hellmanns, también en el combativísimo Bertone Hnos. (en Rojas), en Jafer (Valentin Alsina) y en Prodalsa (Berazategui). Empatamos en Dietética Científica y perdimos por un voto en Fedesur (Rinde 2), Alimentos Premium en Villa Ramallo y en Rolidar La Plata. Hicimos una enorme elección en Granix (Baradero), Bimbo (Pilar), Capitán del Espacio (Quilmes), Alimentos Específicos (Caseros), Calsa (Lanús), Gate Gourmet (Ezeiza) y en SAF (La Matanza).


 


Mención aparte merece la aplastante victoria naranja en Rasic Planta 1 y 2 (Cresta Roja), que estuvo en el centro de la escena cuando la patronal pretendió cerrar la planta y los trabajadores salieron a enfrentarla, luchando contra la complicidad del gobierno anterior y el actual con los vaciadores.


 


Los delegados y punteros de la Verde no tuvieron reparos en atacar física y verbalmente a los compañeros de la lista Naranja mientras volanteaban la entrada de la avícola Tres Arroyos, en la localidad de Capitán Sarmiento, en ensuciar a los candidatos de la oposición y en regalar asados, viajes y electrodomésticos a cambio de votos.


 


La campaña de la Naranja, por el contrario, se centró la difusión de un programa de lucha contra el ajuste y en la denuncia de los acuerdos paritarios a la baja.


 


La elección de la Naranja abre un nuevo rumbo para luchar por la defensa de los puestos de trabajo, por un salario igual al costo de la canasta familiar, por el descanso del fin de semana, por la discusión de un nuevo convenio y por la abolición del Impuesto a las Ganancias.