Sindicales

4/9/2017

Elecciones en ATE Enacom: la Lista Naranja enfrenta a la Verde y Blanca kirchnerista

Candidato a delegado general por la Lista Naranja


Más de 300 afiliados de ATE Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) elegiremos mañana a la Junta Interna y a los delegados de las dependencias de Lima 1007, Perú 103, Perú 598 y el ISER, quienes tendrán mandato hasta diciembre de 2019.


 


Estas serán las primeras elecciones en el Enacom, creado luego de la asunción de Macri y la intervención del ex Afsca y del ex Aftic –creados por la Ley de Medios y la Ley Argentina Digital respectivamente–, cuya fusión dio origen al nuevo organismo, dependiente ahora del Ministerio de Modernización.


 


La clasista Lista Naranja enfrentará a la kirchnerista Verde y Blanca, una amalgama de las conducciones de ATE de Afsca y Atic que han sido incapaces de dar una lucha a fondo contra el ajuste en el organismo.


 


Enacom: pasado, presente y futuro de ajuste


 


Los gobiernos kirchneristas dejaron una extendida precarización laboral en todo el Estado nacional, que abonaron el terreno para los despidos masivos producidos entre diciembre y abril de 2016: los mismos afectaron en primer lugar a los contratos precarios –el Centro Cultural Kirchner, los ministerios de Trabajo y de Economía y el propio Enacom, fueron solo algunos de los casos más relevantes.


 


Los casi 500 despidos producidos en el ex Afsca, con la salida de Sabatella, fueron solo el comienzo. En 2017, el cierre de delegaciones y una nueva amenaza de 150 despidos, produjo una importante reacción de los trabajadores: desde Bariloche –con la movilización de la comunidad y los sindicatos de la región andina– hasta Buenos Aires, –con asambleas masivas y medidas de lucha parciales– se frenaron entonces las cesantías, aunque no el cierre de delegaciones.


 


Con la desaparición del Ministerio de Comunicaciones en julio pasado –luego de la salida de Oscar Aguad posterior al escándalo del Correo Argentino–, el Enacom pasó a depender del Ministerio de Modernización de Andrés Ibarra, reforzando el lugar de este en el gabinete. En la agenda del nuevo superministro está el plan de ajuste sobre el organismo, que incluye continuar con los despidos y avanzar con el vaciamiento de funciones y el cierre de delegaciones.


 


Colonización Verde y Blanca


 


Las actuales conducciones de ATE –Verde, en el caso de la ex Aftic; Verde y Blanca en el caso del ex Afsca – han presentado una lista de “unidad”. No se trata, sin embargo, de un acuerdo paritario, sino de una colonización de la Verde y Blanca kirchnerista, que impone el color de la lista, la encabeza en todos los sectores y se queda con la mayoría de los delegados –incluso con el control de la cuenta institucional del correo electrónico.


 


La Verde de Cachorro Godoy (que en 2015 apoyó a José Luis Matassa en la Capital), ha quedado reducida a su mínima expresión: la subordinación sin condiciones a la Verde y Blanca es la conclusión de un largo derrotero de adaptación al directorio camporista de la ex Aftic, y de una política de paz social hacia las autoridades del gobierno Macri, que les impidió ensayar cualquier intento de reacción. Más en general, es el resultado del retroceso de esa corriente en el sindicato y en el escenario político del país.


 


La Verde y Blanca, con una campaña 100% kirchnerista (“votemos en defensa propia” es su eslogan, como el de CFK en la provincia), busca explotar demagógicamente el rechazo de los trabajadores hacia el ajuste del gobierno. Sin embargo, los límites que encuentra son muy precisos: a casi dos años de la creación del Enacom, la precarización laboral continúa dominando en el organismo. A su vez, en el estratégico conflicto por el cierre de la delegación Bariloche, no dieron curso a una Asamblea general ni a un plan de lucha contra el cierre de la delegación.


 


La política de la conducción kirchnerista de ATE Capital, que aisló a los principales conflictos contra los despidos en el Estado –como fueron los de Trabajo y Economía -, es la confluencia con la burocracia sindical peronista, que dejó pasar el ajuste y se apresta a acompañar una nueva reforma laboral (a esto llaman tramposamente “unidad del movimiento obrero”). Por ello comparten la lista de Unidad Ciudadana junto a UPCN.


 


La Naranja, en las vísperas de un nuevo ascenso


 


Frente a la convocatoria a elecciones, la Naranja rechazó un acuerdo con la lista Verde por constituir una experiencia agotada para los trabajadores (lo que quedaría demostrado cuando finalmente, a cambio de algunos lugares en la lista, terminaría cerrando con la Verde y Blanca).


 


En su lugar, planteamos un llamado a conformar una lista independiente a todo el activismo y a sectores que provenían de otras experiencias; la izquierda (vinculada a corrientes cercanas a Poder Popular, ATE desde abajo, etc.), presente en el organismo de manera atomizada, no formó parte de la lista. Al llamado acudieron nuevos trabajadores que hacen su debut como activistas en esta elección. La Naranja es el reagrupamiento de 23 compañeros y la propia conformación de la Lista constituye un salto respecto del pasado.


 


La unidad de la Verde y la Verde y Blanca nos abre un enorme campo de acción, en la medida en que la Naranja aparece como un polo independiente y de lucha frente a las distintas variantes de la burocracia.


 


La elección en el Enacom enfrenta a la lista del kirchnerismo con una lista inscripta en el campo del clasismo. Es, por lo tanto, un laboratorio de la lucha política en el movimiento obrero. Este martes 5 de septiembre, convocamos a todos los compañeros a aguardar los resultados en Carlos Calvo y Lima, a partir de las 17:30 hs.


 


Vamos por una nueva dirección en ATE y en todo el movimiento obrero.

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