Una tendencia nacional

El miércoles 16 de julio, la provincia de Buenos Aires fue escenario de un paro masivo de los docentes, convocado por los Sutebas combativos. Se trató de una huelga de advertencia al gobierno de Daniel Scioli, preparando el no inicio de clases votado en el Plenario de Delegados de escuela del 26 de junio. La medida tuvo un altísimo acatamiento del 80 por ciento. Ese mismo día, Udocba también llamó a parar.

Los reclamos de la docencia, prácticamente los mismos en todo el país, incluyen la reapertura de las paritarias (el salario fue licuado por la creciente inflación), la defensa de los comedores escolares, contra el vaciamiento de la obra social (Ioma) y el pago de las deudas salariales que sufren miles de docentes, además de la resolución de los dramas cotidianos de infraestructura y las obras pendientes.

El paro fue activo. Ese día, los docentes de los Sutebas combativos se sumaron a la marcha al Ministerio de Trabajo de los compañeros de Lear y luego realizaron una multitudinaria clase pública frente a la Casa de la Provincia de Buenos Aires.

Este paro refuerza la convocatoria al no inicio de clases en la provincia de Buenos Aires, con unparo de 48 horas el 4 y 5 de agosto, con asambleas el martes 5 para evaluar y discutir la continuidad de la lucha.

El malestar entre la docencia, y la profundidad del paro, calentó el clima. El congreso de la FEB, socia de Roberto Baradel en el Frente Gremial, votó el paro de no inicio si el gobernador no cumple con los reclamos. La formulación sobre la duración de la medida no es clara.

Intentando desviar la atención, la CTA oficialista de Hugo Yasky se acordó de pronto que el impuesto a las “ganancias” se come parte de los salarios y convocó a una jornada de movilización al Congreso Nacional para el mismo 4 de agosto. Presurosa, la conducción provincial del Suteba ya avisó que participa de esa medida, disimulando que busca sabotear el no inicio ya votado.

Contraste

El ministro de Educación nacional Alberto Sileoni, y el gobernador Daniel Scioli anunciaron en un promocionado actola extensión de la jornada escolar en 127 escuelas primarias de la provincia. Esta extensión será sostenida por aportes financieros de la Nación. El anuncio contrasta con la realidad de las escuelas bonaerenses, las que suspenden clases a diario en el cuadro de derrumbe actual de la escuela pública: falta de aulas, falta de presupuesto, falta de mobiliario y deterioro de la infraestructura.Nadie puede explicarse cómo hará para garantizar la jornada ampliada un gobierno que no puede garantizar siquiera la jornada simple.

El presuroso anuncio pretende responder a las cuentas que el gobierno debe rendir por créditos que ha recibido del BID y el Banco Mundial para la extensión de la jornada, que nunca aplicaron. Además de incumplir los compromisos planteados al recibir estos préstamos, incumplen sus propias leyes y metas educativas, en las que vienen prometiendo -hace diez años- la extensión de la jornada. Aunque la resolución no está firmada aún, ya se sabe que las escuelas donde se aplicará son las que cuentan con espacio ocioso, no en aquellas donde la población escolar más lo necesita.

No es una golondrina solitaria

El derrumbe del salario, y el ajuste que se profundiza en medio de la actual recesión y el pago de la deuda externa, tanto de la Nación como de la provincia de Buenos Aires, anticipa que la huelga del 4 y 5 de agosto será parte de una tendencia que se desenvolverá durante todo el año. También es así en el resto del país: en Misiones y Entre Ríos, dos sindicatos dirigidos por la Celeste han resuelto el no inicio de clases, por presión de sus trabajadores, si no se resuelven favorablemente las negociaciones en curso. Lo mismo votó la asamblea de Docentes Unidos de Salta, para el caso de que el gobernador Juan Manuel Urtubey no cumpla con los acuerdos -como hasta el momento ocurre. Los trabajadores docentes de Chubut y Jujuy se suman a la lista, y existe un conflicto en puertas en Santa Cruz.

El paro autoconvocado de la combativa Amsafe Rosario, realizado el 26 de junio, luego de ser votado mayoritariamente en todas las escuelas, adelantó esta realidad que hoy se presenta en buena parte de las provincias.

Para la oposición clasista a la burocracia de Ctera está planteado ponerse a la cabeza de esta tendencia e impulsarla consecuentemente.

Romina Del Plá
– Daniel Sierra