Con casi un año de retraso, la burocracia convocó a elecciones de gremial interna en el Credit Lyonnais. La lista antiburocrática opositora ganó por 261 votos a 130, terminando de esa manera con una conducción que, durante los más de diez años que estuvo al frente de la gremial, completó uno de los procesos más acabados de descomposición política en el gremio bancario.

La lista tan aplastantemente derrotada provino en su momento de la alianza entre el PC y la UCR, y luego de pasar por la oposición, con el exclusivo fin de perpetuarse al frente de la CGI, no vaciló en terminar aliándose con lo más reaccionario de la burocracia y actuar como agente de la patronal del banco.

Este proceso tuvo su punto de eclosión en ocasión de las elecciones de seccional, donde los delegados titulares rompieron con el frente único de oposición, la lista 94, y tras fracasar en su intento de formación de una tercera lista fantasma con otros renegados, lanzaron una campaña por el voto en blanco, financiados por el zanolismo. Esta actitud mereció el repudio de toda la oposición, a excepción, claro, del Mas.

Al mismo tiempo, el resto de la Comisión Gremial y otros activistas del banco enfrentaron esta política proburocrática, editando regularmente volantes y boletines, donde fijaban su posición sobre la situación gremial y, más importante aún, apuntaban a organizar la resistencia de los compañeros del banco ante el proceso de despidos que se viene por la venta del banco al grupo chileno Luksic, lo que les significó una intensa persecución por parte de la patronal y la burocracia, corte de permisos gremiales, traslado de sucursales, ‘invitaciones’ a arreglar la renuncia para terminar con el despido de dos compañeros de la agrupación opositora.

Ante esta situación, sumada a un petitorio firmado por el personal del banco reclamando elecciones y el apoyo de numerosas comisiones gremiales, la burocracia no pudo seguir dilatando la convocatoria.

El juicio de los compañeros del banco no deja lugar a dudas. La lista 14 obtuvo casi el 70% de los votos.

Las tareas que tiene por delante la nueva comisión gremial son arduas. Generar una campaña en todo el gremio para lograr la reincorporación de los compañeros despedidos y delegados electos, en primer lugar, y junto con eso recuperar la confianza de los trabajadores en su organización gremial, luego de años de vaciamiento y desprestigio, para poder organizar la resistencia a los intentos de despidos y pérdida de conquistas que, seguramente, la transferencia a los chilenos va a traer aparejada.

La Lista Naranja compromete todo su apoyo a la nueva dirección votada en el Banco Credit Lyonnais.