Sindicales
27/9/2024
En noviembre, vamos por una nueva conducción de la Asociación Argentina de Actores y Actrices
Es absolutamente posible recuperar el sindicato para disponerlo como espacio de deliberación, y herramienta de lucha y de defensa de nuestros intereses.
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Corresponsal.
El pasado lunes 16 de septiembre se desarrolló en la Asociación Argentina de Actores una asamblea extraordinaria, y luego la asamblea ordinaria, ambas convocadas por la conducción Celeste. La primera fue convocada para modificar el estatuto por dos cuestiones: el nombre del organismo, agregando “…y Actrices”, y crear una Secretaría de Género y Derechos Humanos. Ambas propuestas son progresivas después de años de que la conducción del gremio le diera la espalda al movimiento de mujeres y diversidades; por lo que fueron aprobadas por unanimidad (unos 45 asistentes aproximadamente).
Desde Actuemos y la Lista Naranja intervinimos, punto por punto, para reclamar básicamente una apertura de dicha Secretaría a la participación democrática, incluyendo minorías en su conformación y conformar comisiones específicas con acercamiento de afiliades, profesionales y actrices con experiencia en el campo para el seguimiento de los casos puntuales de denuncias que pudieran surgir. Desde la Celeste, como de costumbre, todas las iniciativas de democratización del organismo fueron fuertemente atacadas con posturas defensivas, que no pudieron ser doblegadas en las votaciones.
En la segunda asamblea se trató la Memoria y Balance, y las conformaciones del Órgano Fiscalizador y la Junta Electoral, teniendo en cuenta que se acercan las elecciones que tendrán lugar a fines de noviembre. Con un poco más de presentes (se sumaron unos 20 afiliados), la conducción logró aprobar el texto y componer Órgano y Junta con totalidad de sus propuestos. A lo largo de la asamblea tuvimos nuevamente la mayoría de las intervenciones, en las que continuamos destacando básicamente la necesidad de democratizar el sindicato, con la inclusión de representación de minorías en la Comisión Directiva, y muy especialmente reclamando asambleas extraordinarias en la que alguna vez los puntos a tratar incluyan la elaboración de un plan de lucha para enfrentar los gravísimos problemas que afectan al sector, como sucede con el conjunto de la población trabajadora. Compañeres de delegaciones que viajaron especialmente manifestaron la falta de autonomía y atención por parte de la conducción a los conflictos provinciales de falta de trabajo y precariedad laboral.
La negativa a discutir puntos reivindicativos con vistas a enfrentar el ataque descomunal del gobierno de Milei y los gobernadores alcanza la categoría de absurdo, y evidentemente se sostiene ya solo por la falta de participación del conjunto de les afiliades, desmoralizados por las propias políticas de la conducción, como ocurre con la burocracia sindical en su conjunto y los partidos a los que responden. La conducción Celeste no informa en la Memoria las variaciones en las afiliaciones, a sabiendas que se trata de un sindicato que se reduce año a y que ni siquiera pudo informar el número de afiliados al momento de la asamblea, ¡cuando se estaba tratando el tema de las elecciones!
Horacio Roca (secretario adjunto), ante las preguntas reiteradas respondió “deben ser algo así como 6000” lo que implicaría una reducción enorme del padrón. A los reclamos de asambleas y plan de lucha, Luis Rivera López (secretario general) le opuso respondernos: “tenemos otros métodos”, que redundan en ningún interés por la participación, la resolución entre camarillas y finalmente la no lucha, como ya nos tiene acostumbrados al conjunto de los trabajadores el kirchnerismo, la CTA, la CGT y afines.
Es perentorio para los trabajadores tomar las riendas en esta situación de profunda destrucción de las conquistas históricas, incluyendo el salario y las jubilaciones, organizar las asambleas, reclamarlas con fuerza, imponer la discusión de un plan de lucha para terminar con la barbarie instalada en las casas de gobierno, y las obsoletas y repudiables direcciones sindicales burocráticas.
En noviembre hay que ir a votar y sumarse a las actividades y debates previos que proponemos desde la Lista Naranja. Es absolutamente posible recuperar el sindicato para disponerlo como espacio de deliberación, y herramienta de lucha y de defensa de nuestros intereses.