Este miércoles 27 se produjo la movilización de la CGT, limitada por la negativa del llamamiento al paro. El enorme rechazo que están teniendo las medidas del gobierno resuena fuerte en los efectores públicos. El decretazo impone un golpe a la salud en todos sus niveles, con la desregulación de la medicina privada -en pos de un mayor arancelamiento a costa de nuestros bolsillos y el desfinanciamiento del sector público-, el ataque a nuestras condiciones laborales y el derecho a huelga, la ley de alquileres, entre tantas medidas que afectan profundamente a un sector que subsiste a costa del pluriempleo, siendo usuarixs y empleadxs de un sistema de salud ineficiente y colapsado.

Frente a la convocatoria, trabajadorxs de los efectores impulsaron las primeras asambleas contra el DNU. Hubo pronunciamientos del Hospital Piñero, Ramos Mejía, Argerich. La Asamblea CABA convocó a la marcha. La Asociación de Servicio Social (APSS) impulsó la participación del sector en GCABA (gobierno de la ciudad), con una gran presencia de la residencia, rompiendo con el inmovilismo de los gremios mayoritarios.

La convocatoria por parte de los gremios mayoritarios fue de escasa a nula. En GCABA, la única gremial que llamó a movilizar (Federación de Profesionales) lo hizo de manera vergonzante adhiriendo horas antes, sin promover una real convocatoria a lxs trabajadorxs representadxs. AMM y Sutecba, a pesar de encontrarse dentro de la CGT, brillaron por su ausencia y continúan sin pronunciarse por el DNU.

Una verdadera complicidad de quienes sostuvieron salarios a la baja, con aumentos que hoy nos llevan a salarios iniciales en la línea de la pobreza. Quienes debieran estar organizando la lucha contra el DNU permanecen callados o haciendo lobby en la legislatura -Rojo se muestra en redes paseando por los despachos de UxP- cuando el ajuste se hace sentir y lxs trabajadorxs necesitamos estar en las calles.

Jorge Macri, un aliado de Milei y el ajuste

El ataque a la salud del gobierno nacional se hace evidente con las medidas impulsadas, pero no se limitan allí. En las horas de ayer, decenas de trabajadorxs de la Dirección General de Salud Mental (DGSAM) de CABA fueron notificadxs con despidos. La noticia conmociona a lxs trabajadorxs que empiezan a solidarizarse, y refleja un síntoma de ajuste a todas las escalas y de la mano de todos los gobiernos. Por su parte, la CGT acaba de anunciar un paro recién el 24 de enero. Una medida dilatoria pero que tendremos que preparar para ser miles en las calles.

Como si fuera poco, la ley ómnibus pretende pulverizar nuestro derecho a siquiera pisar la calle para organizarnos, una verdadera medida dictatorial. Y ataca fuertemente la jubilaciones, el sustento de millones de trabajadores.

Organicemos un plan de lucha

Urge más que nunca organizarnos en los lugares de trabajo. Se realizó una primer reunión abierta de trabajadorxs de salud impulsada por la APSS. Se propuso convocar a asambleas en todos los efectores, rechazando las medidas y organizando un plan de lucha. Este es el camino que tenemos que seguir.

Para rechazar el DNU, la ley ómnibus y los ataques a nuestros derechos. Por la salud y el acceso universal por parte de toda la población. Para rechazar su privatización. Contra los despidos, ningún trabajador sobra. Por nuestro salario y la reapertura urgente de paritarias.

Vamos por asambleas en todos los efectores, votemos e impulsamos un plan de lucha.

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