La burocracia de West Ocampo y Daer convocó a elecciones para el 16 de julio para renovar la Directiva del Sindicato de la Sanidad de Capital (Atsa). Sólo dio 10 días para presentar una lista de… más de 300 candidatos. Una resolución antidemocrática de la burocracia aumentó el numero de congresales titulares de 80 en la anterior elección a 180 en esta, sin mediar un aumento del número de afiliados. El objetivo burocrático era impedir que se presentara la oposición.

Por un frente anti West Ocampo

Abajo la proscripción

Asis-Lista Gris realizó una amplia campaña en el gremio para formar un vasto frente opositor a West Ocampo y Cía.

Pero el panorama electoral se modificó al estallar una crisis en la burocracia de los “gordos” que representan West Ocampo y Daer (este último hermano del burócrata que dirige la CGT). Se fracturó la dirección del sindicato: el secretario adjunto, Mario Alvarez, caracterizado como kirchnerista, rompió con West Ocampo después de casi una década de oficialismo, y anunció su intención de integrar la Blanca opositora.

La proscripción

Simultáneamente, el Ministerio de Trabajo hizo lugar a las denuncias e impugnaciones que realizaron ante la Junta Electoral la Lista Gris y la Lista Blanca: redujo la cantidad de delegados congresales que había que presentar de 180 titulares y 80 suplentes a 49 titulares y 49 suplentes: ¡162 candidatos menos! Y amplió para la Lista Blanca en una semana el plazo de presentación de lista, porque la burocracia que domina la Junta Electoral le negó el color(¡!).

Frente anti “gordo”

Sobre esta base se produjo una confluencia obligada en torno a la formación de la Lista Blanca-Bordó, entre el ala kirchnerista y las corrientes Bordó (MST), Gris (PO) e independientes. Mario Alvarez (candidato a secretario general, kirchnerista), Omar Romero (secretario adjunto, MST-Bordó), Ricardo Romero (secretario gremial, Lista Blanca), José Coceres (secretario de Prensa, Asis-Lista Gris, PO) fisonomizan la constitución de este frente de oposición.

La Blanca-Bordó está integrada por las comisiones internas y los delegados de los más importantes establecimientos (Hospital Británico, Sanatorio Mitre, Hospital Francés, Centro Gallego, Hospital Italiano, Sanatorio Otamendi; laboratorios -Andrómaco, Rivero, Roux Ocefa-, etc.) y servicios de ambulancias.

Movilizar al gremio

La burocracia celeste de West Ocampo-Daer sacó un volante que caracteriza a las fuerzas opositoras, “por un lado a la extrema izquierda (hoy, llamados piqueteros duros)… y por otro a los especuladores que ya tuvieron la oportunidad de conducir”. Teme que el frente anti “gordo” canalice la bronca de la base del gremio.

En su “Programa para Atsa Buenos Aires recuperada por los trabajadores”, la Blanca-Bordó denuncia que “West Ocampo en Fatsa y Daer en Atsa fueron los que avalaron la reforma laboral antiobrera llamada Banelco”, dejando “durante años desamparados a los trabajadores que luchaban contra los cierres de empresas, la tercerización y los procedimientos de crisis”, proponiéndose “derrotar a los responsables de todo esto” como “un objetivo central para cambiar la realidad en Sanidad. Por eso nos propusimos unir en una sola lista a todos los compañeros que se propongan pelear por este cambio”.

El sábado 5 se realizará un plenario de los más de l00 candidatos, junto al activismo que apoya la lista, para el lanzamiento de la campaña electoral. La lucha contra la burocracia de West Ocampo debe ir unida a una campaña por el aumento salarial de emergencia y en apoyo a la resistencia de los trabajadores: contra el vaciamiento del Israelita, por el cobro de los ticket-canasta y su retroactivo en el Mitre y Británico, contra los despidos encubiertos (retiros voluntarios) en el Gallego, etcétera.