Una oleada de luchas ha estallado en los días previos e inmediatamente posteriores a las elecciones provinciales. La docencia primaria (estatal y privada) sigue con un prolongado plan de lucha; la docencia secundaria comenzó un plan de paro contra la privatización de la obra social (OSPLAD); el resto de los estatales se mantiene en estado de alerta, pues si bien el gobierno pagó los sueldos de octubre a tiempo, todo el mundo es conciente que ello fue una medida preelectoral y que es inminente el ajuste “tan temido” del desenganche y la racionalización. Los trabajadores de la Dirección de Rentas, por su lado, han retomado los paros porque el gobierno no cumplió con el pago de los días de paro según el acta que firmó antes de las elecciones.

Además están en conflicto un conjunto de grandes fábricas del corazón de la ruta 38 como Papel de Tucumán, Grafa, la Misky, Tecotex, la Citrícola San Miguel, etc., con paros resueltos en asambleas por aumentos salariales.

La crisis política provincial se ha agravado luego de las elecciones, como consecuencia de la nueva escalada inflacionaria y la resistencia de los trabajadores. Por eso el camino es: Asambleas y planes de acción, ocupaciones y marchas; coordinación de las luchas y movilizaciones. Por esta vía se irá abriendo paso la posibilidad de una lucha de conjunto de los trabajadores contra la miseria y la desocupación.

Papel de Tucumán

Los trabajadores de Papel de Tucumán pararon 48 horas en reclamo de un aumento salarial. Prensa Obrera se hizo presente en la puerta de fábrica donde los trabajadores habían armado una barricada y una olla. Allí dialogamos con los trabajadores y delegados.

“El paro fue decidido porque estamos ganando un promedio de 45.000 australes. Esto se decidió en una asamblea hace 15 días atrás, pero el Ministerio de Trabajo decretó la conciliación obligatoria. Esto fue aprovechado por la patronal para tomar medidas de represalias como el despido de 2 compañeros de una de las empresas (Perteim) que trabaja contratada con Papel, suspensiones y traslados. Fue por eso que decidimos cumplir con el paro, el cual fue completo porque se organizaron piquetes. Hasta el momento no tuvimos ninguna respuesta a nuestros reclamos. Rechazamos una oferta de pagar 12.000 australes a cuenta de los que se negocie en la paritaria. Estamos decididos a ir al paro por tiempo indefinido si no somos escuchados. Sabemos que en la zona hay otras fábricas en conflicto, por eso en la última asamblea hemos votado tomar contacto con esos trabajadores para coordinar una lucha en común."

Citrícola San Miguel

Los 1.500 trabajadores de la Finca de Monte Grande (de los cuales unos 600 trabajan en negro) están en lucha reclamando un aumento salarial, que lleve el jornal actual del peón de ₳ 1.050 a ₳ 5.000. Para ello ocuparon las instalaciones y armaron una olla popular. Así sostuvieron la medida una semana (en los últimos días se sumaron las familias). Ante las intimaciones del Ministerio de Trabajo se decidió abrir una tregua de 72 horas, luego de lo cual si no hay solución se retomaría el paro.

Prensa Obrera se hizo presente en la olla y allí dialogamos con unos 100 trabajadores. Estos nos hicieron la siguiente denuncia:

"Los trabajadores agrarios somos los más explotados del país. Con la dictadura militar, y aquí, con Bussi como gobernador, nos reformaron el convenio, por el cual nos eliminaron la jornada de 8 horas (para nosotros no existen las horas extras), modificaron el régimen de vacaciones, las condiciones de trabajo son terribles por el material tóxico que se usa en la fumigación, o lo que significa trabajar en la intemperie; la empresa tiene un supermercado dentro de la Finca, que maneja precios más altos que los de los negocios comunes. Todos estos abusos los gobernantes los conocen muy bien. Domato es un aliado de la empresa. Nunca escuchó ningún reclamo del trabajador citrícola. Menem también conoce nuestra situación, porque en sus viñedos, en la Rioja, explota a los trabajadores, aún más de lo que nos explotan a nosotros aquí. Los peones hemos tomado conciencia que ya no tenemos nada que perder, por eso estamos dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias. La empresa dice que ha tenido muchas pérdidas por la sequía, pero eso es sólo una parte de la verdad. En años anteriores hubo un enorme crecimiento del negocio de las citrícolas y a nosotros no se nos mejoró el salario. Ahora, a pesar de la sequía las empresas no han perdido, porque como la mayor parte de lo producido (limón) se exporta, con la maxidevaluación hecha por el gobierno de Menem, han logrado superbeneficios. El patrón miente, los políticos patronales mienten, los dirigentes de FATRE, como Zerrizuela mienten. No queremos más seguir superexplotados, y que chicos como los que están acá, de 12 o 13 años se deslomen 10 o más horas por días cargando cestas de 25 kilos, y después vienen a decirnos que "los únicos privilegiados son los niños".

Docentes

La huelga docente impulsada por ATEP, se ha mantenido con paros de 72 horas por semana ante la falta de solución al reclamo de un básico de ₳ 100.000. El gobierno ha ensayado diversas maniobras (ofertas exiguas) e intimidaciones (descuento de los días de paro), que no han hecho retroceder a la docencia. Tampoco las promesas de solución del vicepresidente, Duhalde, cuando concurrió a Tucumán 15 días atrás, quien se vio obligado por presión de una importante movilización, a recibir a la dirigencia docente, han servido para desarmar la lucha Ni el gobierno nacional, (que finalmente sólo propuso formar una comisión de estudio salarial) ni el gobierno provincial, (que dice no tener fondos) ofrecen una salida Por eso, ahora, quieren intentar el mismo remedio que se está empleando a nivel nacional para los conflictos sindicales: dictar la conciliación obligatoria, la cual, de acatarse, al estar sobre la finalización de las clases, significaría quebrar directamente la lucha, y en caso de no hacerlo, ilegalizar la lucha, e incluso intervenir el gremio. Para discutir estas alternativas ATEP ha convocado a una asamblea de delegados. Está prevista una asamblea popular para que los partidos y otros sectores se pronuncien sobre qué salida plantear para resolver el problema educativo de la provincia.

El Partido Obrero plantea el rechazo a la conciliación obligatoria, y la organización de una Marcha Blanca del pueblo tucumano contra el hambre y en defensa de la educación pública.