Sindicales

3/4/1997|533

“En Valentín Gómez se puso un límite”

Habla Sergio Sosto, delegado general del edificio

“Las empresas telefónicas vienen ejecutando una impresionante ofensiva para reducir personal. Donde está el oficialismo guillanista se hizo en forma progresiva, donde domina la oposición se le opuso resistencia y les costó mucho. En los lugares que eran centros de concentración y organización sindical, como en Piedras, Avenida, Talcahuano, Balvanera, Vernet y Zona Oeste, Telefónica, con la complicidad de la conducción guillanista de la Foetra organizó listas para trasladar masivamente personal con la excusa de acercarlo al domicilio. El objetivo real era vaciar esas oficinas de activistas, y debilitarlas. Más allá de una resistencia inicial, en todos estos sectores, la falta de medidas de acción directa hizo que se concretaran estos traslados, a excepción de Valentín Gómez y Zona Oeste de Capital, donde hubo paros.


En Capital Oeste se impidieron los traslados compulsivos, concretándose sólo los de los compañeros que lo aceptaron. En el caso del Edificio Valentín Gómez, aprovechando las vacaciones de la mayoría de los compañeros y de varios delegados, la empresa presionó la firma de traslados (14 en total). Lo imprevisto de la medida tomó por sorpresa y la patronal logró su objetivo. Pero al día siguiente se organizó una asamblea donde concurrieron, incluso, compañeros que estaban de vacaciones. Se votó solicitar el listado de compañeros a trasladar (34 en total) y el cese de los traslados compulsivos. El lunes siguiente, al tomar servicio tres compañeros que culminaron sus vacaciones, les notifican que deben aceptar el traslado. Nuevamente se reunie la Asamblea del edificio y solicita a la jefatura inmediata, el motivo de los traslados, denunciando que constituían un vaciamiento del sector. Al responder que la orden venía de ‘Recursos’ y que sólo de ahí podían informar sobre el tema, se decidió no salir a trabajar hasta saber de qué se trataba. A media mañana ‘Recursos’ cita a la Comisión Interna a la sede central (Defensa) y comunica, después de 2 horas de reunión, que se suspendían los traslados a cambio de normalizar las tareas. A partir de ahí, sólo fueron trasladados aquellos compañeros (7) que lo aceptaron voluntariamente. Los restantes 13, que figuraban para ser trasladados, siguen trabajando al día de hoy. La empresa quiso sancionar el paro con una suspensión de 2 días, que hasta hoy no fue aplicada. A través de la acción directa, y en 6 horas, se puso un límite, a una medida que no tenía ningún carácter operativo, sino sólamente imponer el vaciamiento de una oficina que resiste todos los ataques patronales”.