Sindicales

8/5/2003|799

Encrucijada del movimiento obrero

Bajo las consignas: Por un nuevo Argentinazo, que se vayan todos, aumento salarial y fuera yanquis de Irak y de América Latina, el Soip, Luz y Fuerza, la Bancaria, el Bloque Piquetero, Barrios de Pie, el Mijd, la Ccc y la Ftv, convocaron al acto del 1º de Mayo en Mar del Plata.


El único acto obrero en la ciudad, congregando a corrientes que hace tiempo no compartían tribuna, puso de relieve características muy particulares de la situación crítica por la que atraviesa el espectro sindical marplatense.


La ausencia con aviso de Pepe San Martín y Daniel Barragán, líderes de la Cgt y la Cta regional, contrastó con la presencia de gremios enrolados en ambas centrales sindicales y de oradores pertenecientes a las listas opositoras de Suteba y Ate (con serias posibilidades de alzarse con ambas conducciones).


La recuperación del Soip, que ya lleva un año, y las luchas piqueteras, han sido el punto de partida del resquebrajamiento de los aparatos burocráticos.


La campaña electoral de la Lista Celeste de Ate ha trascendido los marcos de este gremio, debido a que Daniel Barragán dirige una de las pocas Cta regional, realmente existentes del país. Por eso la denuncia del armado de un tráfico de votos entre Ate y los gremios estatales de la Cgt no dejan de ocupar las principales páginas de los medios locales y amenaza con arrancar la última capa de barniz del “sindicalismo alternativo”.


Los oradores del Polo Obrero y del Soip llamaron a organizar un congreso de organizaciones en lucha abierto a delegados y activistas de la Cgt y la Cta ocupados y desocupados, para votar una agenda de lucha y comenzar a resolver positivamente la crisis de dirección del movimiento obrero marplatense.


Otras posiciones, como la de Rigane, eludieron esta propuesta y cargaron las tintas sobre “lo poco” que movilizamos y en ocultar las diferencias políticas.


El punto de partida para cualquier debate serio acerca de la “fragmentación” del movimiento obrero es la denuncia de la tregua de las tres centrales sindicales antes, durante y desde el Argentinazo, y su convergencia política detrás de la candidatura de Kirchner.