Sindicales

29/7/2020

Enormes luchas de los choferes contra la ofensiva patronal y las mafias de la UTA

Observatorio de los trabajadores – Informe del gremio del transporte automotor

En defensa del salario, los puestos de trabajo y por medidas de seguridad sanitaria contra el coronavirus

Un reguero de luchas de trabajadores,con epicentro en el Interior, recorre el gremio de la UTA en el país. La guerra por los subsidios entre las patronales, el lockout de numerosas líneas con vistas a obtener resarcimientos por la “caída de la recaudación”, sumado al impacto provocado por la pandemia en términos de contagios y cierre de recorridos -como en Larga Distancia-han abierto grietas en la duras condiciones de regimentación que imponen las patronales y la burocracia sindical desde hace décadas en este gremio.

Se va filtrando un movimiento de bases que tiende a tomar en sus manos los reclamos más sentidos y a sacudirse de encima la loza de la burocracia sindical. Así lo pusieron en evidencia los paros del Interior y, en particular, aunque no las únicas, las movilizaciones de Rosario y Córdoba que con marchas y piquetes superaron a las conducciones sindicales.El incumplimiento salarial, como chantaje al gobierno, especialmente en las empresas del interior del país, con total apoyo de las direcciones burocráticas, fue la gota que rebalsó el vaso de un gremio crónicamente maltratado.

Concentración y superexplotación

Desde hace años se viene produciendo en el transporte automotor una puja de verdaderas mafias empresariales, con sus aliados de la burocracia de la UTAy sus sponsors políticos -que es muy anterior a la pandemia-, por el control del negocio del trasporte. Su resultado es un proceso de concentración de la actividad en un grupo cada vez menor de pulpos negreros como Ersa, Dota o La Nueva Metropol que, mediante vaciamientos y adquisiciones,concentran la mayor parte de la actividad.

Son grupos que han realizado fabulosasganancias sobre la base de los subsidios estatales, el tráfico con el gasoil y altas tarifas. También con la compra monopólica de chasis y carrocerías y todo tipo de maniobras financieras. Y otro rubro muy rentable: la superexplotación de los trabajadores, mediante la reducción del costo laboral con bajos salarios y el olímpico desconocimiento de leyes y convenios, en un cuadro de suspensiones, sanciones y despidos arbitrarios.

Quién paga la crisis

En este marco, el argumento de la caída de la recaudación de los últimos meses por efecto del confinamiento sanitario -y hasta la parálisis total en el caso de la larga distancia- no oculta las fortunas que se han amasado durante años. No corresponde, por lo tanto, que la patronales compensen “pérdidas” con rebajas salariales, como la reducción de 12% del sueldo yel fraccionamiento del aguinaldo que propuso el intendente de Córdoba luego de más de 20 días de conflicto.

O el acta que firmó la UTA para Larga Distancia que autoriza el pago en negro de un 88% del sueldo, suprimiendo aportes patronales que afectan a la jubilación y a los fondos de la Anses. Todos ellos, además, anticipos de una reforma laboral que tratarán de imponer bajo el paraguas de la pandemia.

La crisis no la debenpagar los trabajadores que solo tienen su sueldo para sobrevivir, sino los capitalistas, sus grandes fortunas, sus millonarios capitales fugados al exterior. La solución existe y el dinero está. Es importante la agitación por un impuesto extraordinario a las grandes riquezas y que se suspenda el pago de la deuda externa usuraria, para invertir en trasporte, en salud, en vivienda.

La chispa que puede encender la pradera

Producto de las deudas salariales y trasgresiones de convenio se abrió un curso de paros y movilizaciones en el interior, que rebasaron los límites que pretendieron imponer las cúpulas gremiales. Mientras la lucha salarial se extiende en distintas provincias y ciudades, gobierno y patronales mantienen un cordón de seguridad en la zona Amba (Área Metropolitana Buenos Aires), pagando en fecha para prevenir un estallido incontrolable. Pero la mecha es corta: el poder adquisitivo del salario acumula una pérdida crecientey los contagios por Covid–19(más de 150 contagiados y 5 trabajadores muertos, según registros elaborados por el activismo del gremio en ausencia de registros de la situación en una actividad esencial) se extienden al compás del boicot patronal a los protocolos y medidas de seguridad. La intranquilidad por el futuro laboral es generalizada.

Las direcciones gremiales juegan para la patronal

La burocracia de Roberto Fernándezsalió a posicionarse con llamadosal paro general del Interior -siempre de la mano de los reclamos patronales por más subsidios- con el propósito de conservar el control e impedir que la lucha se generalice a todo el país. Temen que las bases la tomen en sus manos y, de paso, se saquen de encima la mordaza de la burocracia sindical.

Por eso se apresuran a levantar las medidas ni bien le tiran una migaja. Las conducciones son una camarilla descompuesta, que defiende sus privilegios materiales y políticos a pura entrega de los salarios y las condiciones de trabajo y hasta la salud de los afiliados. Se recuesta para ello en el apoyo del Estado y los gobiernos patronales y apela a los peores métodos del fraude, la barrabrava y la propia represión policial.

Hoy se amparan -como las cúpulas gremiales de todos los colores-bajo la falda de los Fernández, un gobierno que con el estandarte de la lucha contra la pandemia, promueve la rebaja salarial y el congelamiento de las paritarias; las suspensiones y despidos (500.000 en 6 meses); la rebaja jubilatoria y el vaciamiento de la Anses. Quedesfinancia la Salud Pública, mientras se subvenciona a grandes empresas capitalistas y se compromete la riqueza nacional en el pago de una deuda mentirosa y fraudulenta con los usureros del capital financiero.

Bustinduy: la fracción de la burocracia opositora a Fernández

Después de décadas de compartir los negocios del aparato burocrático y las prebendas patronales,Miguel Bustinduy ahora choca con Fernández por el control de la caja del Sindicato y la Obra Social. Está aliado con el poderoso grupo empresario Dota, para el que actúa como representante de sus intereses en el gremio, cuidándole las espaldas con métodos matoniles.

Bustinduy acompañó todas las entregadas que llevaron al trabajador del gremio a la miserable condiciónactual. Primero con Palacios, después con Fernández.

Con pura demagogia amenaza con medidas de acción en los conflictos cuando la solución ya está “conversada” con el empresario. En cambio cuando una voz obrera se levanta contra la patronal de Dota, la patota armada de Bustinduy llega antes que la policía.

La función concreta de esta fracción de la burocracia, bajo el ala del moyanismo y el gobierno de turno, es contener, a pura demagogia, la extensión nacional de la lucha. La denunciade este sector es importante paraneutralizar el atractivo que ejerce sobre sectores activistas por su oposición a Fernández.

Contra la burocracia sindical, en difíciles condiciones, el numeroso activismo del gremio intenta una y otra vez recuperar los cuerpos de delegados, por medio de listas de frente único y busca la vía para agruparse más allá de las líneas, en procesos como el de los “Autoconvocados”, que suman a sectores antiburocráticos conformados por nuevas y viejas camadas de activistas

El programa

Los trabajadores enfrentan, en defensa de sus más elementales reivindicaciones y derechos, a una alianza de patronales, gobiernos y burócratas sindicales, que se proponen descargar esta gran crisis sobre sus espaldas. Los compañeros del Interior nos están señalando un camino para terminar con décadas de trabajo insalubre y mal pago, con la arbitrariedad represiva de patronales negreras y con el fraude sindical y las patoteadas de “dirigentes” corruptos.

Sigamos ese ejemplo significa organizarse desde abajo, desde cada línea, con asambleas, y coordinadoras a cargo de los delegados y los activistasdispuestos a tomar la iniciativa.

Por el pago en fecha de la totalidad del salario en blanco; por el pago de todas las deudas; por el respeto del convenio; el cese de sanciones y despidos arbitrarios; contra las vueltas en negro; por condiciones dignas de seguridad e higiene y el cumplimiento de los protocolos Covid–19. Por la recuperación de la obra social, bajouna dirección electa de trabajadores. Por la democracia sindical en las líneas y la democratización de la UTA mediante la derogación del estatuto–cárcel.

Ante las mafias patronales parasitarias y negreras, que dan un pésimo servicio y se enriquecen con subsidios que son dinero del puebloy con la superexplotación de los trabajadores: apertura e investigación de los libros contablespara sacar los fraudes a la luz. Estatización del sistema de transporte con incautación de las líneas y bajo control de los trabajadores.

Por una UTA independiente del Estado, los gobiernos patronales y las burocracias sindicales de todos los colores, basada en la soberanía de las asambleas y la acción directa de los trabajadores.