Sindicales

10/8/2006|958

Entregan la lucha

El gobierno de De la Sota decretó la conciliación obligatoria cuando la lucha salarial de docentes y estatales era incontenible. A pesar de que estaban reunidas las condiciones para una victoria decisiva, la burocracia de ambos gremios —SEP (empleados públicos) y UEPC (docentes)– rápidamente aceptó la conciliación. Para disimular la entrega, Nebreda, de UEPC, definió a la conciliación “un triunfo”.


La burocracia venía entregando el conflicto desde el comienzo. En la primera reunión aceptó el descuento de los días de paro… mientras se hiciera en cuotas. El descuento de los días de paro de julio, la semana pasada, había acentuado la rebelión de los huelguistas; las agresiones del gobierno estimulaban la lucha. El cumplimiento del paro docente de 48 horas fue aplastante y el viernes 4, 25.000 trabajadores manifestaron en Córdoba.


Ahora, la burocracia se apresta a aceptar una oferta “mejorada”, que consistiría en un aumento de 100 pesos (50 en blanco y 50 en negro). Desde el inicio del conflicto se negó a comprometerse con la reivindicación de un monto preciso de aumento salarial. Los mandatos de las asambleas de base, e incluso de asambleas de delegados, como la de Colón, planteaban 1.800/2.000 pesos de mínimo. Luego dijo que quería el 19% “por todo concepto”. Ahora, se conforma con la oferta “mejorada”.


La burocracia cordobesa coincide con Ctera en considerar un “éxito” los 840 pesos de mínimo de bolsillo que plantea el gobierno nacional. Cuando estuvo en Córdoba, Yasky había fustigado a De la Sota por “no cumplir con la ley de Financiamiento Educativo”; o sea con aquel planteo salarial


Durante la semana pasada, el reclamo docente recibió las más sospechosas adhesiones, en particular de burócratas y políticos kirchneristas como Moyano o Vaca Narvaja. Algunos imaginaron que estaban apoyando la lucha; de ningún modo: pretendían sacar del aislamiento a la burocracia, para que pudiera entregar, por sí y ante sí, esta gran lucha. Los kirchneristas se montaron sobre el conflicto para hacerlo fracasar.


La burocracia entrega la huelga para preservarse. Después de la movilización del viernes, más de cincuenta delegados antiburocráticos de Capital y un grupo muy importante de activistas docentes, habían decidido autoconvocarse para el lunes siguiente; en el Departamento Colón se formó una coordinadora de base, integrada por un sector muy importante del Cuerpo de Delegados (opuesto a la burocracia celeste). Esta Coordinadora protagonizó el jueves una movilización histórica de más de 500 personas en Villa Allende.


Pero la burocracia no ha logrado desmovilizar a los docentes.


En los barrios se siguen generando acciones de padres y docentes. La Coordinadora de Colón marcha hoy, miércoles 9, hacia la Capital, para reclamar los 1.800 de mínimo, rechazar la conciliación, exigir el pago de todos los días de paro y una asamblea general de la docencia. En Capital se le sumarán delegados, padres y activistas.