Los trabajadores de la empresa Oil, contratista de YPF, que emplea a 600 petroleros entre Las Heras, El Guadal y Cañadón Seco, en la provincia de Santa Cruz, llevan un mes de conflicto por falta de cumplimento de la petrolera en el pago del aguinaldo y de acuerdos salariales vinculados con extensión horaria. Hoy realizaron una asamblea, en medio de la conciliación decretada por el Ministerio de Trabajo, ya que la empresa, de manera provocativa, les quiere descontar los días del paro que realizaron para que la patronal cumpla con sus obligaciones.

 

Entrevistamos a Héctor Brione, uno de los cuatro miembros del cuerpo de delegados en Las Heras, quien denuncia las maniobras de la compañía y la política propatronal del sindicato y muestra, como contrapartida, el rol del activismo petrolero en la oposición a la política de los monopolios. Brione se manifestó “en contra de la modificación del convenio que viene de Neuquén y que ahora están tratando de imponer en Chubut” y destacó la lucha y la ocupación de los compañeros de AGR-Clarín.

 

“El conflicto comenzó en diciembre del año pasado porque la empresa no nos pagaba el aguinaldo. Los delegados llamamos a una asamblea, que decidió iniciar un paro el día 20.

 

“Logramos que nos paguen el aguinaldo, lo cual reforzó a los compañeros y mantuvimos las medidas de fuerza por otros reclamos: el pago de un salario equivalente a 10 horas, que nos corresponden porque trabajamos jornadas que exceden las 9.30 horas y que la empresa ya había reconocido por acta interna. El incumplimiento patronal de este punto resulta en rebajas salariales que llegan a $15.000.

 

“También exigimos medidas de higiene y seguridad elementales, como la construcción de baños y duchas, comedor, taller y vehículos para realizar el trabajo. Esta presentación la firmó Carlos Jaramillo, quien es vocal del sindicato.

 

“En una maniobra tramposa, para crear condiciones de ilegalidad, semejante a la que hicieron contra los trabajadores de San Antonio Internacional, la empresa presentó y logró del Ministerio la conciliación obligatoria el 27 de diciembre, de la cual no fuimos notificados.

 

“Ese mismo día convocamos a una asamblea y allí el secretario general del sindicato, Claudio Vidal, amenazó a los compañeros con que la empresa iba a presentar una cautelar para despedir a los obreros en paro y quitar fueros a los delegados. El 28 de diciembre llegó la notificación de la conciliación obligatoria y la acatamos bajo estas amenazas.

 

“El 12 de enero en la primera audiencia de conciliación, la Secretaría desconoció la firma de Jaramillo y con eso la presentación de nuestros reclamos, con argumentos ridículos. Vidal y la Secretaría de Trabajo hacen lo que les dice la empresa y habilitan y deshabilitan a miembros de la Comisión Directiva del sindicato según su conveniencia.

 

“En una segunda audiencia, el 18 de enero, el sindicato presentó los puntos del reclamo pero quitó el más importante, que es el de la rebaja salarial  de las 10 horas. Ahora, los trabajadores quieren seguir con medidas y presentaciones judiciales sin la intervención del sindicato, porque no le tienen confianza.

 

“Hay que hacer una campaña por nuestros reclamos y también en contra de la modificación del convenio que viene de Neuquén y que están tratando de imponer en Chubut.

 

“Esta campaña debe ser masiva porque la reducción salarial y el empeoramiento de las condiciones de trabajo vienen no sólo para Oil si no para todas las empresas. La toma y la movilización, como la de los obreros de Clarín, es una buena forma de hacerse escuchar, más aún con el abandono que hay de parte de la entidad sindical”.