Sindicales

23/2/2024

Es necesario la continuidad del plan de lucha y paros progresivos en Sanidad 

Sin salarios no hay salud.

Acción de lucha en el marco del paro de Sanidad.

El pasado jueves 22 de febrero, se realizó un paro nacional del gremio de la Sanidad, con la consigna de aumento salarial frente a la inflación galopante y una pérdida de salario real abismal, que se suma a la que se viene acumulando de los gobiernos anteriores.

El reclamo se originó por la actualización salarial de la cláusula de revisión, que quedó pendiente del año pasado para revisar el saldo del 2023, que nos dejó 74% debajo de la inflación. Solo en el 2024 ya se perdió alrededor del 40% del sueldo sin aumentos desde el mes de diciembre, lo que está dejando a los trabajadores con sueldos alrededor de los 260.000 pesos, cuando, según el Indec, para una familia de 4 personas se necesitan $590.000 para no estar por debajo de la línea de pobreza.

Además, en el gremio de la Sanidad las condiciones de trabajo se vienen deteriorando y precarizado, con contrataciones por tiempo determinado, sobrecarga de trabajo, rechazo de licencias médicas en el caso de los ambulancieros o de días de estudio, solo por nombrar algunos casos, siendo muchos sectores insalubres.

El paro nacional con alto acatamiento en la Capital y Gran Buenos Aires, más allá de que se mantuvieron las guardias mínimas con enfoque prioritario a las emergencias, fue convocado por la presión de los trabajadores de las clínicas, sanatorios, laboratorios y geriátricos que vienen reclamando una recomposición salarial y la reapertura de las paritarias.

En el mes de febrero, la conducción del gremio de Sanidad avaló un “bono” de solo 75 mil pesos en proporción por las horas trabajadas; que para muchos trabajadores de medio tiempo solo representó $30.000. La dirección burocrática de Sanidad, con Daer a la cabeza, venía demorando la reapertura de las paritarias.

En muchos establecimientos, además de parar, se realizaron asambleas abiertas, mientras en otros sectores los delegados no solo no llamaron a asambleas, sino que ni siquiera explicaron la metodología del paro ni difundieron la información para que todos los trabajadores tuvieran la información.

La protesta además ocurre en un contexto de una serie de reformas que impulsa el gobierno de Milei que va desde una nueva flexibilización laboral a la desregulación del sistema de obras sociales y prepagas, que devino en aumentos en las cuotas. Desde diciembre, las prepagas están aumentando un mínimo de un 20% todos los meses. Es más, muchas ya tienen nuevamente otro aumento para el mes de marzo. En este contexto y sin reapertura de las paritarias, los trabajadores de sanidad se encuentran trabajando en peores condiciones que otros años mientras las patronales se siguen llenando los bolsillos.

También es importante aclarar que los trabajadores de sanidad, enfermeros, camilleros, conductores de ambulancias, sectores de despacho, recepción y atención (call center) y administrativos pararon y en muchos casos salieron a la puerta de los establecimientos para visibilizar el reclamo, o se movilizaron desde las 12hs del mediodía en frente del sanatorio Otamendi, pasando por las diferentes clínicas privadas de los alrededores.

Es necesario profundizar la organización y la movilización de los trabajadores para derrotar los planes del gobierno de ajuste y aumentar el salario. Desde los trabajadores de la Sanidad de la Coordinadora Sindical Clasista-PO planteamos la necesidad de profundizar un plan de lucha con asambleas y paros progresivos hasta conseguir un salario mínimo que cubra la canasta familiar, actualizado mensualmente por inflación.

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