A pocos días de la entrega de los docentes chubutenses por parte de la burocracia celeste, que firmó el inicio de clases sin las condiciones necesarias a cambio de que el Estado pague parte de la deuda, las cuentas bancarias de docentes y auxiliares se llenaron de irregularidades. Denuncias de falta de pagos del aguinaldo, asignaciones familiares y de la devolución de ganancias se sumaron a la desesperación provocada porque a gran parte de las y los trabajadores, lo cobrado, solo les alcanzó para pagar algunas de sus deudas. Cuando aún no hay claridad sobre el origen de los fondos para estos pagos, ya empieza a crujir su cumplimiento.

El lobby para entregar la foto del 1er día de clases fue la máxima preocupación del ministro Trotta y el conjunto de los ministerios de Educación provinciales. Pero a medida que pasan los días, se acumulan las denuncias del estado deplorable en las escuelas. La virtualidad, también sin condiciones, se impone en estos casos ante el deterioro de la infraestructura escolar.

La paritaria nacional constituye un nuevo ataque del gobierno a la docencia y otra entrega de la Celeste. El 32%, muy por debajo de la inflación estimada, es sobre el mínimo nacional para un cargo. Esto implica que recién en septiembre éste llegará a 36 mil pesos. Muy por debajo de la canasta familiar. El mínimo en Chubut es de 35 mil, por lo que no implica una mejoría para los educadores provinciales.

El 15 de marzo está convocada una mesa de discusión entre el gobierno y los sindicatos, que tiene como eje el resto de la deuda y el Estado de infraestructura y aplicación del protocolo, sin ninguna solución en marcha.

Ese día se abre otro capítulo del conflicto. La Celeste está empeñada en cumplir con el mandato del gobierno nacional. Tenemos que imponer el mandato de la docencia, para lograr un plan de lucha hasta obtener una recomposición salarial inmediata del 40% y un aumento para el 2021 que debe partir de la base del 50% de inflación esperada.

El 2 de marzo, el gobernador Arcioni abre el período ordinario de sesiones legislativas. Como una gran mojada de oreja, las sesiones se mantendrán virtuales. Un claro intento de evitar las enormes movilizaciones populares.

Vamos por asambleas por escuelas, por retención activa, por un tercer plenario provincial de delegados y por un congreso de delegados de base de todos los sindicatos. Unifiquemos las luchas junto con el movimiento contra la megaminería.