Cinco mil docentes marcharon esta mañana por las calles de Córdoba en la primera jornada del paro de 48 horas decretado por la asamblea de la UEPC. El parazo obtuvo el 95% de acatamiento en el marco de una pueblada educativa en ciernes.

Las escuelas están sin maestros, por la jubilación masiva en febrero de 2.500 docentes primarios y secundarios; los cargos no son cubiertos en su totalidad, y esto provoca hacinamiento (un docente para dos cursos, por ejemplo, o los chicos sentados en el suelo) y horas libres. Además, las escuelas se encuentran en estado desastroso: los baños son focos de infección, hay cloacas abiertas en sus ingresos, sin aulas. En este contexto, los padres y docentes de las escuelas se movilizan, realizan asambleas y cortan calles y rutas.

El papel de la burocracia celeste: mientras en capital fue derrotada y surgió un plan de lucha, en la departamental impuso una tregua.

En el acto de hoy, frente a la casa de gobierno, Carmen Nebreda (secretaria general) planteó que “ahora vamos por la mesa de negociación”. El palco contó con la “estelar” presencia de Hugo Yaski, que viene a apoyar en Córdoba la tregua con Kirchner. La negociación es una tregua. El conflicto desatado en Córdoba debe profundizarse. Hay que impulsar en cada barrio, en cada escuela, la formación de asambleas populares por la educación, bajo las consignas de aumento del presupuesto y aumento de los salarios; aunar la lucha con los estatales, preparar un congreso de delegados y activistas de base de todos los gremios para unificarse bajo un programa y un plan de lucha que nos lleve a torcerle el brazo al gobierno kirchnerista de De la Sota. Y trabajar para llevar de los barrios y de las escuelas de Córdoba una nutrida delegación a la VI ANT.

El estado de rebelión de la docencia cordobesa también se evidencia en la colocación de Prensa Obrera en la marcha: 60 ejemplares.