En el excentro clandestino de detención más grande del país, la gestión saliente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a cargo de Martín Soria y Horacio Pietragalla, tomó la definición de renunciar sin pagarles el aumento salarial correspondiente al mes de noviembre a las y los trabajadores del Espacio para la Memoria Esma. Hasta el día de hoy, no ven reflejados en sus salarios el aumento firmado en la paritaria nacional.

La medida, claro está, no tiene que ver con la “falta de fondos” para afrontar el pago de la totalidad de los salarios, ya que son las mismas autoridades del órgano ejecutivo que administra el ente público las que reconocen que la plata está pero la orden no. Se trata de un amedrentamiento por parte de las autoridades salientes contra quienes durante los últimos años hemos denunciado el ajuste y el vaciamiento ejecutado por la gestión de Horacio Pietragalla en la Secretaría de Derechos Humanos y por la de Martín Soria en el Ministerio de Justicia.

Es necesario destacar cómo aquellos funcionarios y la fuerza política a la que pertenecen, que pidieron el voto en defensa de la democracia y en nombre de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, son los responsables de dejar al excentro clandestino más grande del país y a sus trabajadores en las peores condiciones desde la recuperación del predio como espacio de memoria.

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Mientras las autoridades que asumirán el próximo 10 de diciembre cocinan un ataque directo contra los trabajadores del Estado nacional, la gestión saliente se retira coronando su política de ajuste y desprecio a los trabajadores con un nuevo ataque al salario. Además, se encargó de desfinanciar presupuestariamente los sitios de memoria, en la Esma vació el aérea de maestranza y de protección optando por la tercerización, atacó la organización gremial de las y los trabajadores que osaron denunciar el vaciamiento, introdujo a la Policía Federal a ocupar puestos que pertenecían a trabajadores del predio de la Esma y vendió los terrenos del campo de deportes del espacio a River a pesar de las reiteradas denuncias de los y las sobrevivientes –terrenos señalados como el sector donde se realizaba la cremación de cuerpos en el marco del funcionamiento del centro clandestino.

Asimismo, continúa pendiente la renovación de cerca de 600 contratos bajo la modalidad de contratación Art. 9. Como si todo esto fuera poco, la gestión se retira pisoteando aún más el salario en un cuadro de crisis económica y ajuste.

Las y los trabajadores del Estado sabemos que las gestiones pasan pero quienes defendemos el trabajo en los sitios de memoria somos sus trabajadores. En este sentido, tenemos que reforzar más que nunca la lucha y la organización, y unificar nuestras luchas con el resto de las y los trabajadores del predio de la Esma y con el resto de las y los estatales.

Enfrentaremos el ajuste de Milei y la orientación negacionista de su gobierno, entendiendo que los espacios de memoria son producto de la lucha de los trabajadores argentinos y sus organizaciones y no el regalo de algún gobierno.

Las y los trabajadores organizados nos preparamos para defender el funcionamiento de la Esma, nuestros puestos de trabajo y nuestro salario convocando también a los cientos de visitantes que transitan el predio y defienden su rol como espacio de memoria y defensa de los Derechos Humanos. Exigimos el pago de la totalidad del salario adeudado. ¡Ningún despido! ¡Basta de precarización!

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