En la sesión extraordinaria para debatir la crisis de las vacantes escolares, el macrismo bloqueó el tratamiento de todas las iniciativas legislativas que se presentaron. Entre ellas, el Frente de Izquierda había presentado un proyecto de ley para que se abran los registros telefónicos e informáticos de la inscripción on line; que docentes y supervisores puedan volver a inscribir en las escuelas, que se releven y dispongan los predios públicos ociosos para poder dictar clases en ellos. Para impedir que la Legislatura avanzara, el PRO se valió de la disposición que exige el voto de dos tercios de los legisladores -40 votos- para tratar proyectos ‘sobre tablas’; la mayoría especial para bloquear una sesión es un acto de despotismo político. Durante el período de sesiones ordinarias, esa exigencia obliga a que la mayoría de los proyectos deban ser tratados previamente en comisión. En pleno verano, y por decreto, el gobierno de Macri dejó a más de diez mil chicos sin vacantes.

En la sesión explicamos nuestro proyecto. Entre diferentes afirmaciones falaces, el PRO reivindicó que la Ciudad era “el único distrito donde la matrícula estatal había crecido en relación a la privada. Celebraron, así, una ínfima recuperación entre 2012 y 2014, después de dos décadas de crecimiento sistemático en la participación de la privada. Pero esa ‘recuperación’, respondimos, es una consecuencia del aumento de los aranceles privados. Mientras tanto, el presupuesto en infraestructura escolar de los últimos cuatro años se ha subejecutado en un 40% en promedio.

La sesión especial -que surgió por iniciativa de nuestra banca- fue también la ocasión de una gran movilización de docentes y padres, acompañados de otros movimientos de lucha. Entre ellos, centros estudiantiles y delegados de los hospitales públicos, que soportan una escalada de recortes y cesantías. Nuestro proyecto sirvió de programa para el movimiento de padres; Ademys hizo propio. El kirchnerismo, abundó en demagogia antimacrista, pero nunca presentó una salida al ‘cepo’ de las inscripciones. El kirchnerismo y el Unen habían resistido durante semanas el llamado a la sesión especial, y sólo lo habilitaron cuando los padres se pronunciaron abiertamente a favor de la iniciativa del Frente de Izquierda.

La apertura de clases -después del paro del 5 y 6- permitirá ver el alcance del desbarajuste provocado con las vacantes escolares. El movimiento de padres y el activismo docente irá a las escuelas a tomar contacto con todos los afectados, convocando a una nueva movilización central al Ministerio.

La lucha de las inscripciones involucró a numerosos padres y luchadores docentes. El proyecto de ley de la banca del Frente de Izquierda fue repartido de a miles en las escuelas. Como dijimos en la sesión, “ningún veto legislativo podrá anular la importante experiencia que están recorriendo miles de familias respecto de las fuerzas políticas que actúan en la Ciudad”.