El gobierno de Vidal adelantó que el aumento previsto para los trabajadores estatales de la provincia será del 10%, además de revisar la cantidad de empleados en el Estado, los que engrosan unos 300 mil contando a los municipales. Los intendentes también planean recortes severos en sus plantas.

 

Es decir que aumenta la canasta familiar, los combustibles, los tarifazos, pero planifican bajar la suma inicial de negociación. Vidal pretende arrancar rápidamente, al igual que al año pasado, las reuniones paritarias para el mes que viene, así impedir una vez más, el no inicio de clases y las medidas de fuerza que este año fueron menguadas por la dirección Verde de ATE.

 

La importancia de las paritarias estatales excede al propio gremio. Primero, porque de allí se intenta imponer luego el techo para los docentes, judiciales y municipales. Año a año, la burocracia de UPCN pacta la peor paritaria de todas, no solo a la baja sino de un eterno pacto social, incluso cuando ha habido despidos masivos. Segundo, porque también es utilizado como “referencia” para el sector privado.

 

El acuerdo vigente de este año –cláusula gatillo incluida– para los estatales de provincia se ubica, en promedio, a la mitad de la canasta familiar, hoy estipulada en 27 mil pesos. Recibiremos el último tramo del aumento paritario, pautado en cuatro cuotas, en octubre para llegar a un supuesto 18% anual. Aún la indexación por inflación, no llegará a equiparar el 26% de inflación real del año. Para el año entrante, Vidal pretende aplicar la misma metodología: cuotas y gatillo, pero esta vez a partir de una recomposición del 10%.

 

Por un plenario provincial de delegados de base

 

A principios de año, en la asamblea ordinaria del gremio que se realizó en La Plata, la Verde Anusate votó a favor de un plenario de delegados de base. Sin embargo, tal llamado nunca se concretó. Los plenarios acotados solo de delegados de ATE, no alcanzan para romper con el pacto social eterno de UPCN-FEGEPBA y gobierno. Nuestro planteo de base intenta agrupar a la base de estos gremios, pues en las concentraciones enormes de estatales, los ministerios, son estos sindicatos los que se imponen, encorsetando así al conjunto de los trabajadores.

 

Para quebrar el techo de hambre de Vidal es necesario emprender una enérgica campaña desde ahora por 15 mil pesos de salario inicial para el régimen de 30 horas. El ataque a nuestro salario, sumado a la reforma laboral, no se hará esperar pasadas las elecciones.

 

Unir las luchas de estatales, docentes, judiciales, y profesionales de la salud contra la división, también eterna, de la CTA.