Sindicales

15/11/2002|729

Estatales, se cierne la tormenta

Los trabajadores estatales están en el centro de la mira del nuevo “plan” Cavallo. La reprogramación “ordenada” de la deuda, que no es otra cosa que una promesa de grandes beneficios a la gran banca y los pulpos patronales, pretende ser financiada con un recorte sangriento a la economía de los trabajadores. Un nuevo ajuste del “déficit cero” es una exigencia básica para un apoyo del FMI, que ha reclamado que este ajuste debe documentarse con la aprobación por el Parlamento del Presupuesto 2002. Si Cavallo lo guarda por ahora en la manga, es por la brutal impopularidad de las medidas que se vienen. El requisito previo es el acuerdo con los gobernadores peronistas y las burocracias sindicales. Los ex anticavallistas, “hambre cero”, Alfonsín, Duhalde, Terragno, Carrió, ya dieron luz verde, abrazando la cruzada de su otrora acérrimo enemigo.


Lo que se viene son despidos masivos en el Estado, cierre de reparticiones, tercerización y privatización del Pami, la DGI y el Anses, más rebaja salarial y jubilatoria, y recortes sin anestesia en salud y educación.


Este plan de guerra plantea con urgencia la reacción organizada, huelguística, de los trabajadores, no sólo de los sindicatos estatales, sino también de las centrales obreras. Sin embargo, las burocracias miran para otro lado. Moyano anunciando una marcha más, sin programa; la CTA pateando todo para una “consulta popular”… ¡para diciembre!


Distinta es la reacción de los trabajadores que, en forma aún dispersa, buscan abrir un camino de lucha contra la rebaja salarial y los despidos. Los de la DGI, con asambleas, preparatorias de la resistencia a la tercerización; los de Pami, con asambleas, paros parciales y autoconvocatorias, contra la cesación de pagos de la obra social, que llevó al cese de todas las prestaciones médicas desde hace 10 días; los de Ministerio de Justicia, con ceses de actividad y asambleas callejeras; los de Industria-Segemar, contra el despido de los contratados; también las medidas en el Impi y en Biblioteca Nacional. Se va instalando el clima huelguístico que ya impera entre los estatales de la provincia de Buenos Aires y en el interior.


Los estatales del Polo Obrero han resuelto lanzar una campaña a favor de todo tipo de medidas que impulsen la huelga general estatal con ocupación de edificios, hasta la derogación del ajuste, el reintegro de las rebajas salariales y contra los despidos, tercerizaciones, cierres y privatizaciones. Intergremiales y autoconvocatorias hacia la Asamblea General de todos los estatales, para superar el divisionismo y el boicot de las burocracias sindicales.