El pasado 1 de julio se produjo el traspaso de las once líneas de colectivo de la ex Ecotrans a las nuevas empresas. Los trabajadores de todas las líneas están sufriendo aprietes para llegar a arreglos, no se les asignan tareas, no se da extras y se achicaron las frecuencias. Esta situación es tal como lo denunció el cuerpo de delegados de Ecotrans en su momento: el desguace iba de la mano de un ataque a las condiciones y puestos de trabajo. La Secretaría de Transporte hizo oídos sordos a la contrapropuesta efectuada por los trabajadores, que planteaba: un comité de seguimiento para controlar el traspaso. Todo esto redunda hoy en aprietes a los trabajadores de las diferentes líneas, con el verso de que hay personal sobrante, cuando el acuerdo firmado por las empresas, incluía a todos.

 

Otra situación se vive con el pago del Repro que, al cierre de esta edición, los compañeros no cobraron, cuando tendría que haberse pagado hace ya una semana. Esto se suma al atraso en el pago del mes pasado y el descuento de días que se realizó en forma arbitraria.

 

En todas las líneas, se trata de imponer ritmos de trabajo y condiciones más desfavorables para los trabajadores; eliminando el servicio nocturno en algunos casos -la 317- y reduciendo frecuencias -como la 136 o 163; anunciando que no se pagará los retrasos ni los minutos de espera y sin reubicar aún a todo el personal de técnica, a los que se presiona con retiros o sin darle tareas, para bajar la moral y vencer la resistencia de los compañeros.

 

El anuncio con bombos y platillos de la vuelta a Primera Junta es, en realidad, una burla, ya que las líneas 163 y 136 no tienen espera, no hay un baño ni en Primera Junta ni en Liniers. Luego de un recorrido de más de cinco horas, los choferes no cuentan con las condiciones mínimas. Por otro lado, las tan promocionadas unidades 0 km son un verso, en general; algunas están peor que las de Ecotrans.

 

Los predios y las diferentes cabeceras son otro gran problema. Como lo vimos estos últimos días con la gran lucha que dieron los compañeros de la 503 y la 136, no se cuenta en el nuevo predio ni siquiera con las condiciones mínimas de funcionamiento para los casi 600 compañeros de las líneas. Después del paro y el corte y las movilizaciones se logró volver al predio de Merlo para la 503, pero esto es transitorio, ya que no hay acuerdo para el alquiler definitivo.

 

El cuerpo de delegados de la ex Ecotrans ha resuelto elevar un escrito al juzgado, al Ministerio de Trabajo y de Transporte, quienes homologaron el acuerdo, denunciando el incumplimiento de los compromisos asumidos, la violación de las condiciones de trabajo y nuestro convenio colectivo. También, han resuelto relanzar en un plenario la Agrupación 12 de Abril, con la idea de unificar el trabajo en las líneas de la ex Ecotrans, manteniendo la lucha de estos últimos años y extendiéndola a todas las líneas.