-Exclusivo de internet

La asamblea autoconvocada de los Docentes Jubilados ha dado un gran paso.

La movilización a la Corte Suprema del 31 de agosto abrió las puertas para que el Petitorio con las 10.000 firmas, que reclama la plena aplicación de la Ley 24016, es decir del 82% móvil automático, sea tratado por el Poder Judicial, junto con el pago inmediato de todos los juicios. Los Docentes Jubilados Unidos y en Acción solicitan que la Corte intime a la Presidencia de la Nación y a la Anses para su efectivo cumplimiento (siguen jubilando a los docentes por la Ley general 24241 y no por la que les corresponde y por la cual aportan el 13% de sus haberes).

El movimiento ya quebró el miserable aumento de 0,98% de marzo pasado (fue revisado y elevado al 6%). Para septiembre, el gobierno anunció el 16,9%, lo que significa que se quebró el índice con el cual se calculaba el ajuste y que llevaba a las jubilaciones docentes a la baja.

Estas conquistas, lejos, le han dado nuevos bríos al movimiento.

Se mantiene firme el reclamo de la aplicación de la ley 24016, que en su artículo 4º dice claramente que la jubilación debe ajustarse cada vez que se aumenta a los activos, manteniendo el 82% del cargo o de su equivalente.

No habla de ajuste semestral (que lleva paulatinamente a bajar las jubilaciones con respecto al sueldo del activo) ni establece ningún índice.

Con la aplicación efectiva de la 24016, cada docente jubilado actualiza su haber automáticamente y, lo que es fundamental, en su básico y no con los adicionales de movilidad que aparecen fuera del mismo.

La concentración en Plaza de Mayo, el 10 de septiembre, para conmemorar luchando y movilizados el Día del Maestro será un nuevo golpe al gobierno kirchnerista, que sigue defendiendo el uso de los fondos de la Anses para sus negociados y no para quienes les pertenece esos fondos, que son los jubilados.