Sindicales

10/5/2012|1221

Facundo Moyano avala la tercerización

En los últimos tiempos, la Juventud Sindical moyanista está haciendo ruido con un proyecto de ley presentado por Facundo Moyano el 15 de marzo, pomposamente llamado "contra la tercerización y precarización laboral". En sus fundamentos, el proyecto alude al crimen de Mariano Ferreyra y a la "legítima manifestación de los ferroviarios". Pero, también en los fundamentos, explica que su propósito es atacar solamente "la abusiva utilización de la tercerización".


El proyecto reforma el artículo 30 de la Ley de Contratos, para establecer que "el principal y los cesionarios, contratistas o subcontratistas serán solidariamente responsables frente a los trabajadores, organismos de la seguridad social y asociaciones sindicales por las obligaciones incumplidas durante el plazo de duración de tales contratos o al tiempo de su extinción (…)". Como el carácter solidario de las responsabilidades laborales por parte de las empresas contratistas ya está reconocido en la jurisprudencia, la novedad del proyecto es convertirlo en ley.


El proyecto legitima la tercerización al excluir la reivindicación de que rija el convenio más beneficioso para todos los trabajadores involucrados en una misma planta. Después de todo, el objetivo de la tercerización es obtener un salario más bajo con la contratación y sub-contratación.


Facundo admite, ante las impugnaciones de la UIA, que "el Proyecto no plantea la eliminación de la tercerización, sino que la regula (…)" (sitio Internet JS).


La UIA impugna el proyecto porque pretende eludir toda responsabilidad jurídica por las contrataciones en negro, la evasión de cargas sociales, los subcontratistas, las cooperativas truchas y toda la variedad de las tercerizaciones.


Legalizar la tercerización significa aceptar diferencias de convenios y salarios dentro de la misma industria. En ese aspecto, el proyecto es concurrente con uno de la binnerista Alicia Siciliani, el cual establece la adecuación de las agencias terceristas al Convenio 181 de la OIT.


El proyecto de la Juventud Sindical contra la informalidad laboral desconoce que ella solamente puede ser combatida con un ejercicio del control obrero en las plantas por parte de los cuerpos de delegados -pues el trabajo en negro, al fin de cuentas, es ilegal desde siempre.


La ley de Facundo no cuestiona la renta de doble piso que supone la tercerización, cuya función es garantizar el 'trabajo sucio' de la precarización mediante convenios 'depósitos', como la Uocra o Comercio.


La tercerización perdería su sentido si imperara la unidad sindical en cada lugar de trabajo -o sea el sindicato por industria, que los moyanistas esgrimen para combatir la libertad sindical. Hay que distinguir los contratos comerciales entre empresas, los que responden a la división del trabajo que se desarrolla bajo el capitalismo, de la sub-contratación de la producción, la cual apunta a reforzar la explotación de los trabajadores mediante su dispersión y el desmembramiento del convenio de la industria principal.


Los tercerizados del Roca y demás ferrocarriles duplicaron y hasta triplicaron sus salarios y lograron condiciones de trabajo infinitamente superiores, porque pasaron a convenio ferroviario.


La eliminación de la tercerización exige una movilización inmensa de la clase obrera y, por lo tanto, la más completa autonomía e independencia de los sindicatos.