Sindicales

31/1/2017

Farmacity: el ministro Quintana, responsable de un despido antisindical

Reincorporación inmediata de Gabriel L.

Por un acuerdo entre la patronal y la burocracia sindical de la Asociación de Empleados de Farmacia (ADEF) fue despedido Gabriel L., joven trabajador y ex presidente del Centro de Farmacia y Bioquimica de la UBA.  Farmacity es controlada por el fondo de inversiones Pegasus, cuyo principal accionista es Mario Quintana, actual Secretario de Coordinación Interministerial de Cambiemos -un virtual vice jefe de ministros, cargo que ocupa junto a Gustavo Lopetegui, ex CEO de LAN.


 


 


AHORA Farmacity despidió a Gabriel L. por afiliarse al sindicato. Basta de persecución, libertad gremial, reincorporación ya. pic.twitter.com/tPZHLBv9sb


— Prensa Obrera (@prensaobrera) 30 de enero de 2017



El despido de Gabriel L. fue sin causa, es decir, que la patronal no encontró un sólo motivo para justificarlo. Gabriel tiene un legajo impecable, elogiado por sus jefes, mientras que su desempeño destacaba por el profesionalismo, tal como fue reconocido por quienes se solidarizaron con el  reclamo de su reincorporación durante el acto que se realizó en la puerta de la sucursal Cid Campeador de la Ciudad de Buenos Aires. La empresa tampoco adujo razones económicas, por el contrario, luego del despido, la sucursal tomó a nuevos trabajadores bajo un contrato hiper precario de 5 meses.


El 28 de noviembre Gabriel había solicitado afiliarse al sindicato, cuestión que fue notificada a la empresa, por lo cual es inevitable vincular el despido a una intención de impedir la organización gremial de los trabajadores. ADEF ha mantenido el silencio y alega que frente a los despidos sin causa el sindicato no puede hacer más que "velar" por la correcta indemnización. Como sucedió con los despidos de otras cadenas, las patronales actúan en connivencia con el sindicato: el gremio niega la afiliación y el trabajador que quiere organizarse gremialmente va a la calle.


 


ADEF es un sindicato con un bajísimo nivel de afiliación (en las últimas elecciones votaron 200 empleados de farmacia) como resultado de su acuerdo con las patronales para impedir que los trabajadores tomen las elementales medidas para defender sus derechos laborales. El sindicato está enrolado en la Corriente Sindical Federal, que posa de opositora política al macrismo y a la tregua de la CGT.  


 


El ataque contra un activista sindical configura una acción de persecución gremial  que está penada por la ley y se produce en el marco del ataque flexibilizador de las patronales, los gobiernos y el Estado, que vendrá a profundizar las ya precarias condiciones laborales de Farmacity, donde el domingo no se paga al 100% sino que se compensa con un "plus" de ¡$25!, no se remuneran las horas extras ni se reconocen las categorías, los francos son rotativos y el salario no cubre la canasta familiar, entre otras violaciones a los derechos laborales. El despido violenta el acuerdo antidespido que Farmacity firmó con el gobierno nacional hasta marzo, accionar doblemente escandaloso si se considera que fue el propio Quintana quien anunció oficialmente, junto al ministro de trabajo Triaca, el acuerdo marco para que las patronales no despidan.


 


Esta serie de agravios contra los derechos de los trabajadores, en tanto patrón y funcionario de un gobierno patronal, explica en parte que Quintana esté entre los cinco funcionarios más ricos del gobierno de Cambiemos con 42 millones de pesos de patrimonio declarado (Apertura, 04/16). Quintana fundó Farmacity y fue presidente del grupo Pegasus hasta que asumió como ministro, sin dejar por ello de ser accionista de la cadena de farmacias más grande del país ni del conglomerado empresarial que incluye a la cadena de heladerías Freddo, el shopping Tortugas Open Mall, la láctea Pampa Cheese y un par de torres de viviendas en Caballito (La Nación, 12/15).


 


En una entrevista reciente, el Secretario encargado de coordinar "las relaciones entre los ministros y el jefe de Gabinete para alcanzar la pobreza cero" dijo ser el interlocutor con los sindicatos para que la pauta salarial sea del 17% y que no baja el déficit fiscal como resultado de una baja en los impuestos, sin aclarar que esta reducción impositiva benefició a los pulpos agro exportadores y las mineras, mientras continúa la confiscación del impuesto al salario y el IVA. Esta orientación antiobrera primará en Farmacity si los trabajadores no se organizan para luchar por sus condiciones laborales. 


 


Exigimos la inmediata reincorporación de Gabriel L. y el fin de la persecución sindical.