Sindicales

19/12/1991|348

Fate: Para ganar, piquetes y paro general

Los trabajadores de FATE están llevando adelante una lucha salarial que tiene un enorme significado para el conjunto de la clase obrera. Así lo demostraron las huelgas subsiguientes de los trabajadores de Renault, Fader, algunas empresas químicas y de UTA.

La empresa pretende imponer un aumento brutal de los ritmos de producción con la excusa de la “productividad" y el desconocimiento liso y llano del convenio laboral; por eso ha despedido a todos los operarios de planta y pactó con el Ministerio de Trabajo y el gobierno la represión a los piquetes. Ahora se está apresurando a incorporar a 250 contratados, que suplantarían a gran parte del personal actual, imponiéndoles de entrada otro régimen laboral.

La empresa tiene un plan establecido que va más allá de lo coyuntural. Ha decidido hacer un “ajuste" a fondo, porque la producción de mayores beneficios sobre la base de la maquinaria existente es la condición para poder atraer nuevos capitales. La competencia “nacional”, Goodyear, está en un proceso de integración con Brasil y Chile, incluso desmontando una parte de la planta de la Argentina para abaratar los costos de mano de obra; además, hay una brutal entrada de neumáticos “basura” de los EEUU.

La resistencia de los trabajadores

Los obreros de Fate organizaron una olla popular en la puerta y piquetes para no dejar entrar al personal administrativo. El día viernes este piquete fue quebrado por una feroz represión policial que dejó un saldo de varios obreros heridos y hospitalizados. La fuerte resistencia de los trabajadores permitió que ocho activistas, entre los que se encontraban miembros de la comisión interna de la planta, fueran liberados en el lugar después de varias horas de “sitio” a un celular.

La solidaridad de los trabajadores de la zona ha sido importante; presencia de delegados de Editorial Atlántida, Corni, Ford, Terrabusi, Frigorífico Rio-platense, bancarios, docentes, delegados de otras fábricas del neumático, delegados del Inti, y muchos activistas. En las puertas de fábrica y en los barrios se recolectan sin ninguna dificultad bonos y víveres para la olla. Pero esa solidaridad no basta para resolver los problemas de este conflicto.

La política del sindicato

La dirección del SUTNA es una clásica dirección burocrática. Conceptualmente acuerdan con los aumentos por “productividad” y esa fue la línea que siguieron en FATE y en todas las fábricas del neumático. En el caso de FATE, una planta casi sin tecnología, los ritmos de producción son infernales. La cuerda se tensó hasta el punto en que los trabajadores no aguantaron más.

El SUTNA sigue una política de derrota. Después de varias semanas largó un paro de dos horas aislado del gremio, que no organizó. Levantó los piquetes como gesto de “buena voluntad" para negociar con la empresa aun cuando FATE nada había dicho de sentarse a conversar. El sindicato tampoco apoya económicamente el conflicto. Convocó un plenario de delegados luego de diez días de conflicto, que no resolvió medidas concretas.

La comisión interna, por su lado, trata de conciliar las propuestas de lucha de los delegados y activistas con la política del sindicato, entonces vacila y encajona el conflicto, acepta el levantamiento de los piquetes, no un paro general y no plantea el fondo de huelga al sindicato.

El conflicto entra en sus horas decisivas pues la empresa quiere poner en marcha la producción esta semana. El PO de la zona planteó en su llamamiento reimplantar un piquete masivo y adecuado para impedir la entrada de los rompehuelgas contratados, y exigir un paro nacional del gremio.

La lucha de FATE ha colocado en el centro del movimiento obrero la consigna de aumento salarial, en momentos en que las patronales están haciendo beneficios fabulosos.


“Gases y balas contra mujeres y niños”

Los partes médicos de los compañeros de Fate que debieron ser internados son testimonio elocuente de la salvaje represión policial del viernes 6 de diciembre. En ellos se constata heridas de bala, palazos y golpes: Vicente Torres, traumatismo lumbar, como consecuencia de una feroz pateadura recibida por un “halcón"; Juan Carlos Terán, traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento, por herida de arma de fuego; Horacio Ojeda, heridas cortantes y escoriaciones en ambas piernas por arma de fuego; Luis Agüero, cinco heridas y hematomas en el estómago por armas de fuego; Frías, herida de arma de fuego en pierna izquierda; Gustavo Sánchez, cuatro heridas de bala, una en la carótida; Carlos Sarabia, heridas cortantes en varias partes del cuerpo por balazos de arma de fuego, y así la lista podría seguir con decenas de compañeros.

Para semejante resultado se requirió de la “movilización" de decenas de efectivos policiales, los que Clarín (7/12/91) describió como “numerosos efectivos de la policía provincial, carros de asalto, perros (!) y móviles policiales además de la presencia de policías de civil con armas largas y cortas. Los represores dispararon “gases lacrimógenos, y balas de goma Incluso contra mujeres y niños” (Clarín, 7/12/91) y obligaron a los detenidos a permanecer “durante nueve horas en el interior de un celular policial instalado en la playa de la planta, hasta que la ‘presión de los 400 trabajadores que rodearon el celular consiguió su liberación’" (ídem).

Para Manzano todo esto ocurrió “cumpliendo órdenes de un juez”. En completa coincidencia con el ministro, la empresa, en un acto de hipocresía total, emitió un comunicado en el que “lamenta los disturbios generados”. El intendente de San Fernando, Viviant, según los trabajadores les habría advertido, como amenaza, que estaban “sacando los pies del plato”.

La explicación a tanta barbarie es el apoyo a fondo del gobierno a la patronal negrera de Fate, por ser ésta la primera lucha de los trabajadores contra el congelamiento salarial que se quiere imponer a todo el movimiento obrero.


Firestone: Quite de colaboración

En Firestone trabajan en cada uno de los tres tumos aproximadamente 150 compañeros; tres meses atrás comienza en fábrica, por departamentos (Armado, Cortadores, Brandbury, etc), y en forma separada, un conflicto por recomposición salarial. Aunque algunos departamentos obtuvieron mejoras, en otros continuó el conflicto, lo que llevó al sindicato regional a realizar una asamblea para tratar la situación, donde se planteó generalizar el quite de colaboración, ya que la patronal no había dado respuesta a los reclamos. La medida es acatada por los compañeros, excepto la gente de la Lista Blanca (ex conducción). A la semana siguiente se realiza una Asamblea informativa, donde el sindicato (luego de reunirse con la patronal) pone en conocimiento de los compañeros, que la empresa no puede dar ningún tipo de aumento porque le debe a la DGI 42 millones de dólares y que solicita la colaboración de los trabajadores para paliar su situación económica (hacer horas extras y mayor producción). La directiva al mismo tiempo que habla de recomposición (sin que se tenga claro cual es el monto que se pide), plantea continuar con el quite y que no puede haber deserciones en la lucha. A partir de este momento se acata masivamente.

A principios de noviembre el sindicato se reúne con la empresa nuevamente y llama a Asamblea, con mucha asistencia, se propusieron mociones: la Blanca proponía levantar dado “que no se conseguía nada” y la Verde (conducción actual) mantener el quite porque “no se podía mostrar debilidad frente a la patronal, y que ésta iba a tener que aflojar en algún momento”. Prácticamente en forma unánime gana la moción de seguir. Hasta el día de hoy no hay oferta de la patronal y continúa el quite. El sueldo promedio por quincena ronda los 2.500.000 australes, y es muy ilustrativo lo que nos decía un compañero de veinte años de antigüedad “cuando comencé a trabajar en un día cobraba lo que costaba una cubierta de Peugeot, hoy para equipararlo necesito tres días de trabajo”.

El conflicto en Fate ha golpeado también a los compañeros de Firestone, el miércoles 11 se realizaron asambleas por tumo, donde se acordó concurrir al acto de solidaridad con Fate al día siguiente.

La mejor manera de obtener nuestras reivindicaciones es profundizando la lucha por el aumento salarial, agregando ahora la reincorporación de los despedidos de Fate, unificando de esta manera a todo el gremio detrás de un verdadero plan de lucha (con asambleas, plenarios, paro nacional), que arranque de una vez los reclamos pendientes de esta patronal negrera y explotadora.

Corresponsal (Lomas)


Un "Fate" rosarino: Fader salió a la lucha

"Imitando" a la patronal de FATE, Tool Research (Fader) de Rosario acaba de despedir a los trescientos cincuenta obreros de su planta, que reclamaban un aumento salarial.

“La fábrica cambió de dueño hace dos años —relata un compañero a Prensa Obrera— los nuevos dueños nos chantajearon, exigiendo que renunciáramos a los premios para que la fábrica siguiera funcionando”.

Con ese "ahorro”, la fábrica financió un plan de despidos y retiros voluntarios, que redujo el plantel a la tercera parte. En los últimos meses, la fábrica aumentó sus ventas, hasta alcanzar el mismo nivel de producción que lograba años atrás, con el triple de trabajadores. De semejante "aumento de productividad", los obreros de Fader no recibieron nada: dos millones seiscientos son los salarios de "bolsillo” en la actualidad. “Cuando salimos a reclamar parte de lo que perdimos, la patronal nos hizo una oferta irrisoria (145.000 australes por quincena).

Una asamblea rechazó este “ofrecimiento”. La patronal, a renglón siguiente, largó los despidos en masa. Pero Fader no es una excepción en el cordón metalúrgico del sur rosarino: en otras fábricas “reactivadas" —Fric-Rot, Ci-metal, Marieta— se repite el mismo cuadro de ritmos de producción “calientes", pero salarios "helados”. Hay que apoyar a Fader, reclamando un plenario de delegados de la UOM que unifique un reclamo común por el salario y contra los intentos por barrer con el convenio.

Corresponsal


Hablan los activistas

Viernes 6, el clima en la puerta de la fábrica Fate de San Fernando se corta con un cuchillo; la tensión está reflejada en los rostros de centenares de compañeros que se acercan a la puerta. Vienen de fábricas vecinas a traer la solidaridad y a expresar el repudio a la salvaje represión policial de la que fueron objeto los trabajadores que reclamaban aumento de salarios.

Conversamos con activistas destacados del conflicto. Durante la charla se acercaron otros trabajadores, compañeras de los huelguistas, preocupadas por las noticias que llegaban de los distintos medios. En este clima propio de una lucha importante los compañeros reflexionan en voz alta.


"No luchamos solo contra los despidos"

El compañero Dante Jiménez es uno de los obreros de Fate detenidos después de la salvaje represión del viernes 6 de diciembre. Aquí su testimonio.

PO: Los trabajadores de Fate han vivido en forma descarnada lo que la patronal entiende por compartir los logros de la “productividad”: superganancias para los capitalistas y miseria salarial y represión para los trabajadores.

R: Sí, esto ha sido algo increíble. Nosotros estamos en pie por una lucha justa, una recomposición salarial del 30%, después de meses de discusión y de idas y vueltas, y habiendo cumplido con nuestra parte, que era la de aumentar la producción. La patronal respondió con el despido masivo. A pesar de eso nuestra actitud fue siempre organizada y pacífica. En la mañana de hoy estábamos haciendo una sentada en la puerta de fábrica, cuando apareció la policía con una orden del juez contra nosotros, en la que decía que estábamos actuando ilegalmente porque no se permitía el ingreso de micros a la planta.

La represión estuvo a cargo del grupo Halcón, que la emprendió con puntapiés y palazos contra tos trabajadores que estábamos pacíficamente sentados, sin que hubiera previamente ninguna discusión. Uno de los compañeros que estaba cerca mío recibió de uno de los policías que dirigía el operativo una patada en la espalda, por lo que debió ser internado, lo que yo denuncié por las cámaras de televisión. Cuando me detuvieron me dijeron que a mí me llevaban “por bocón". Después comenzaron con los gases y los tiros. Un delegado está con una herida enorme en un ojo, como consecuencia de una bala de goma que le impactó en pleno rostro.

PO: ¿Por qué creés que largaron semejante represión?

R: Personalmente no pensábamos que nos fueran a reprimir así. Nosotros estamos dispuestos a luchar hasta el final por el reclamo salarial, porque es totalmente justo y porque hicimos todo lo posible por mejorar las condiciones de negociación con la empresa en los últimos seis meses. Menem y la empresa nos dicen todos los días que tenemos que poner el hombro, que hay que aumentar la productividad. Nos sacaron el costo de vida y nos aumentaron los ritmos de trabajo, que han llegado hasta las 16 horas, a cambio de nada. Nosotros cumplimos y la empresa vino a plantear que no nos podía dar aumento salarial y propuso 200.000 australes por única vez. Esto es inaceptable. Hay sectores de producción que cobran 1.200.000 australes por quincena.

Hay cerca de veinte compañeros heridos y varios internados, pero esto nos ha dado más unión y fortaleza para seguir. Pensamos seguir aquí hasta ganar. Nadie quiere entrar para seguir como estábamos antes del conflicto. Por eso lo tenemos claro. No luchamos solamente por los despidos, el reclamo es por aumento de salarios.

-Mientras conversábamos con el compañero Dante, se acercaron varios mujeres, esposas y familiares de los huelguistas, que nos pedían que reflejáramos su indignación.

Yo quiero —dijo una de ellas— que pongan que mientras le han pedido a nuestros maridos que pongan el hombro, los han mandado a reprimir (la patronal) por los mismos que los secuestran. Esos son los delincuentes y no los trabajadores de Fate, que han sido tratados como si fueran peor que asesinos.


“Con 3 de las 200 cubiertas que fabricamos, nos pagan el salario”

PO: Compañero Zapata: ¿Cómo estalló el conflicto?

R: Es un proceso que viene de meses. Cuando comenzaron las discusiones por el salario, el jefe de personal, el ingeniero Torrado, que vino con todo su equipo de Aluar, otra empresa del grupo, e impuso una situación carcelaria dentro de la planta, llamó sección por sección a los trabajadores para mostrarnos en una computadora la torta que indicaba lo que nos correspondería una vez aumentada la productividad, por todo lo que siempre dicen: crisis económica, altos costos, etc. Pero resultó que cuando hubo que comerse la torta no nos invitaron a la fiesta. Como siempre, esta gente quiere que seamos socios sólo en la pérdida.

En esta situación, entonces, comenzamos por dejar las extras y por rechazar un planteo de la empresa de restringir el convenio interno (cafetería, micros, servicios sociales) a cambio de aumento. Nos propusieron también hacer trabajo a destajo, pero como nada estaba asegurado lo rechazamos porque nadie nos garantizaba que la cosa no terminara simplemente en aumento de los ritmos de producción que después quedan establecidos como norma, que fue lo que le pasó a otras empresas. Así empezaron tos paros de dos horas por turno, después de cuatro horas, y por último estamos ahora todos despedidos, hasta la gente enyesada o en cama con parte de enfermo, y con una represión feroz por la que hay hasta dos chicos que estaban con sus madres ahogados por los gases.

PO: ¿Cuál ha sido la actitud del gremio? R: Hasta ahora no ha habido ninguna acción concreta. Pensamos que por los menos debería convocarse a un paro escalonado, aunque sea simbólico en apoyo a Fate. De todas maneras la gente quiere seguir por el reclamo de salario, primero, y despidos, después. Además esta es la época de mayor producción y si la patronal no quiere perder tendrá que negociar con nosotros.

La ronda se agranda y un grupo de trabajadores se incorpora a la charla entre ellos uno de los dirigentes de la comisión interna.

Cuando les señalamos a los compañeros que la patronal ha actuado con extrema dureza, en un frente único con la justicia, el ministerio de trabajo, la policía, el intendente de San Fernando, etc. y que en nuestra opinión era importante extender la solidaridad con Fate tanto en el sostenimiento económico cuanto en la movilización, los compañeros agregaron que el Ministerio de Trabajo siempre ha actuado a favor de los patrones, señalando que el grupo Madanes está integrado como asesor del gobierno, metido en la privatización de YPF y manejando más de 400.000.000 de dólares anuales. Se trata, nos dicen, de un enemigo difícil. Ello se comprobó en la actitud del Ministerio de Trabajo, que decretó la ilegalidad del paro sin concretar la audiencia que tenían con la comisión interna en la delegación de Virreyes, la que se declaró incompetente. La ilegalidad se estableció, entonces, por decreto.

Los compañeros aceptan la solidaridad del Partido Obrero, y señalan que seguirán firmes en la puerta de la planta —a la que ya se han acercado activistas y comisiones internas a brindar su apoyo—, hasta forzar a la patronal a reconocer su reclamo. Se trata de un reclamo absolutamente justo, nos insisten, y aquí no ha habido ningún motivo que justifique los despidos. No se ha invertido un sólo peso en renovación tecnológica (las máquinas son de hace 40 años) y todo lo que se obtuvo en aumento de la producción fue a costillas del esfuerzo de los trabajadores. Como ejemplo, un compañero armador de cubiertas nos dice que en ocho horas se están produciendo entre 160 y 230 cubiertas cuando la quincena la pagan con solo 3.