El jueves 8, bajo una intensa lluvia, un corte de vías en estación Avellaneda, por parte de los compañeros de limpieza de la empresa Metropolitano, le impuso una nueva derrota a Sergio Taselli.

 

Los trabajadores revistaban en el convenio de comercio a pesar de que sus tareas se encuentran perfectamente encuadradas en el convenio ferroviario. Con esta discriminación, la empresa se ahorraba la mitad del sueldo de este personal, además de imponerle condiciones precarias de trabajo.

 

A menos de dos horas de iniciada la medida, la empresa acordó pasar a todo el personal (60 compañeros) al convenio ferroviario a partir del 1º de marzo, con respeto de la antigüedad y ninguna represalia. El corte contó con la participación del Polo Obrero y otras organizaciones que participan del Comité de Apoyo a la lucha ferroviaria (MRS, Marabunta, PTS, Utdoch y otras).

 

Este nuevo triunfo muestra la debilidad de la empresa y el gobierno para contener los reclamos obreros, en el marco del repudio generalizado del pueblo al desastre que es el servicio ferroviario en manos de las concesionarias. También desnuda el cero a la izquierda en que se ha convertido la burocracia, que es ajena a todos los procesos de lucha vividos en los ferrocarriles.

 

Se impone ir por más: plan de obras públicas bajo control de usuarios y trabajadores, puestos de trabajo para los desocupados; basta de precariedad laboral, salario mínimo igual a la canasta familiar; fuera la burocracia: que la Unión Ferroviaria vuelva a ser un sindicato.