Sindicales

19/12/1990|320

FOETRA: Barren a los últimos guillanistas

Los telefónicos de Córdoba desplazaron en las elecciones del pasado 7 de diciembre a la corrompida y odiada burocracia de Venencia, un personaje entongado ayer con Guillán y hoy con Rodríguez, el burócrata promenemista de Foetra. Por 1093 a 872, se impuso la lista Celeste unidad —un frente de hecho que aglutinó, o mejor puso en el mismo barco, a todas las listas opositoras: Celeste (PC y peronistas), Naranja (PO e independientes), Verde (Mas) y Morada (radical).

La celeste ganó en 14 de los 16 edificios de la ciudad de Córdoba, con diferencias aplastantes en los sectores más obreros, además de vencer en las principales delegaciones del interior de la provincia: Villa María, Alta Gracia, Río Tercero, Villa Dolores y La Falda. Venencia esperaba contar con la masa de jubilados (20% del padrón), pero incluso esto le fracasó porque sólo un pequeño sector acudió a las urnas (131 y de ellos 36 votaron por la Celeste).

Chau, Venencia

La derrota de Venencia es un reflejo retrasado de la pérdida de base de la burocracia en el gremio. En marzo último, cuando Venencia justificó la detención policial de varios telefónicos efectuada con acusaciones fraudulentas, surgió un Comité de Huelga, elegido en una asamblea masiva, que luego dirigió una huelga de cinco días completamente al margen de la dirección. En el Comité de Huelga actuaban sectores esquivelistas y del PC (que integra la celeste) que seguían la orientación de Foetra-Buenos Aires, lo cual frenó la lucha y provocó un acentuado reflujo. Es así que las asambleas convocadas con posterioridad por el salario y contra la privatización fueron minoritarias. Pero el “chau Venencia” era un hecho a pesar del reflujo y fue precipitado por el indiscriminado frente electoral de la oposición.

Esta situación requiere más que nunca de una política acertada con relación a la nueva dirección. Esta política debe tener por base una caracterización de conjunto, de que ¡a actual etapa de catástrofe capitalista exige la preparación de acciones de masa de los sindicatos, la superación de las divisiones por gremios y la organización de la huelga general.

En consecuencia, antes que nada será necesario reclamar a la nueva dirección nuevas elecciones en las secciones para barrer a los venencistas sobrevivientes. En segundo lugar corresponde que la nueva dirección convoque a una Asamblea General que defina un pliego de reclamos para ser presentado al conjunto de Foetra. También hay que plantearle la consigna de una Intersindical con delegados de base en Córdoba, para lanzar un plan de lucha conjunto, la convocatoria a todas las provincias en lucha y la huelga general.

Luego de la experiencia de Esquivel y Varone en Buenos Aires saltan a la vista las limitaciones de la nueva dirección celeste Es sintomático que critique a la burocracia de Foetra nacional, pero que en cambio no haya producido ningún documento que critique y supere la traición producida por el ubaldinismo bonaerense. La celeste llega a la dirección del sindicato de Córdoba, cuando se han agotado las posibilidades políticas del ubaldinismo en el proceso nacional.

La derrota de la burocracia de Venencia ha despejado un obstáculo reaccionario pero ha puesto en su lugar a otro que, aunque izquierdizante, es más sólido.