Sindicales
24/10/1996|516
Foetra: El convenio más negrero de todos
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La sola lectura del preacuerdo de convenio firmado entre los pulpos telefónicos y la burocracia de Foetra para empresas contratistas (controladas por esos mismos pulpos), provoca escalofríos. Fija lisa y llanamente la jornada de 12 horas, sobre la base de una ‘jornada’ anual de 2.160 horas que la patronal puede repartir a su antojo, con el único límite “de un descanso mínimo de 12 horas”. En estas condiciones, léase bien, el trabajador no tiene derecho siquiera a un descanso en su jornada, porque la empresa, por razones “operativas”, puede postergar el otorgamiento del tiempo de refrigerio, que, por otra parte, no es pago. Además, el trabajador debe “permanecer en el puesto de trabajo hasta que se presente su relevo”.
No existe el domingo. Si la empresa requiere al trabajador ese día, “los correspondientes descansos compensatoríos” serán otorgados “dentro de las posibilidades del servicio” (¿en uno, dos, tres años?).
El preconvenio fija la polivalencia funcional sin límites — “realizar todas las funciones”.
Las vacaciones son literalmente destruidas. Las empresas se comprometen a garantizar catorce días continuos en período de vacaciones escolares, pero sólo una vez cada tres años. A quien tenga más de 14 días, la empresa le puede partir los días excedentes en “fracciones de siete días”.
Los trabajadores pueden ser trasladados a cualquier punto del país en cualquier momento, con aviso previo de quince días y con los gastos de traslado a cargo de la empresa.
Están prácticamente proscriptas la huelga y toda medida de acción directa. Los reclamos van del delegado a una comisión paritaria, de allí a una audiencia, de allí a una “presentación de pruebas”, de allí a una mediación y luego “a los mecanismos resueltos por la legislación vigente”.
Está pendiente el acuerdo sobre la escala salarial, la que incluirá un premio al presentismo y, eventualmente, un premio a la productividad.
El convenio fue firmado por Foetra en representación de obreros que aún no existen. El objetivo de la artimaña es fijar desde ya el encuadre laboral de la ´tercerización´ en masa de los trabajadores telefónicos hacia empresas “pantalla” de Telefónica y Telecom, y con la propia participación de la burocracia a través de su propia empresa —Microemprendimientos S.A.
El radio de alcance del convenio abarca a todas las secciones y tareas que hoy son cubiertas por los trabajadores telefónicos, un dato que es toda una advertencia sobre la ofensiva que se viene.
El otro instrumento clave de este traslado siniestro de trabajadores del convenio vigente al de las contratistas son las “condiciones especiales de egreso”. Establece:
La jubilación anticipada, con el pago de cuatro o cinco salarios al momento del retiro y el 40% del básico hasta jubilarse, opción que es presentada en términos compulsivos; el despido directo, con pago de indemnización; el despido indirecto, a través de un curso de capacitación por un año, con pago del 50%’ del salario y a cargo de la propia burocracia de Foetra.
En todos los casos, el trabajador cesanteado o ´becado´ puede inscribirse en la Bolsa de Trabajo de Foetra, para ingresar como ´tercerizado´ en Microemprendimientos S.A.
La burocracia ha firmado, además, un convenio de cesión de personal de Telefónica y Telecom a las contratistas, que es una trampa en toda la línea: es trasladado con el convenio actual pero previa aceptación del convenio que se firme con aquéllas.
¿Qué viene después de la ‘aprobación’ de este convenio? La determinación del acuerdo salarial, que será considerablemente inferior al que rige hoy para el trabajador telefónico. ¿Luego? Luego, Telecom y Telefónica se sentarán con sus propias empresas contratistas y procurarán un convenio único para la rama, en el que las escalas salariales serán determinadas por las ‘tercerizadas’. Esto lo advierte el propio anexo firmado por la burocracia: “Las empresas se comprometen a involucrar en el proceso de negociación a las empresas vinculadas a ellas”.
Difundir lo que firmó la burocracia es la mejor agitación que se puede emprender en todo el gremio telefónico, como tarea preparatoria de la enorme lucha que está planteada para destruir estos preacuerdos.
La burocracia de Foetra, no sólo los firmantes sino los ‘ideólogos’, deben ser denunciados ante los trabajadores, enjuiciados y expulsados del movimiento obrero.