Sindicales

7/12/1989|289

Foetra: Murió Guillán, viva Guillán

Foetra Buenos Aires abarca el 55% de la masa telefónica de todo el país; con Córdoba y Rosario la proporción sube al 70%. Sin embargo, Julio Guillán acaba de consumar el "milagro" de poner una dirección adicta al frente de la Federación nacional, aunque las tres regiones estén en manos opositoras.

¿Cómo lo logró? Apelando a los estatutos antidemocráticos de la Federación, que privilegia la representación de los sindicatos menores, y a la ley de asociaciones profesionales —que determina que una organización federada no puede tener más del 20% de representantes del total. Así a Foetra Buenos Aires, sobre 45 congresales sólo le reconocieron 25, y el secretariado de la Federación quedó integrado por 7 guillanistas y 4 ubaldino-miguelistas.

La maniobra “estatutaria" de la burocracia guillanista apunta a mantener en sus manos la negociación por el salario y la privatización de Entel, algo que la nueva dirección ubaldinista en Foetra Buenos Aires va camino a aceptar. En el reciente congreso de delegados Esquivel anunció que la línea de la comisión administrativa era "elevar un petitorio a la Federación para que tome en sus manos el reclamo salarial". Es decir, "pasar la pelota" y seguir poniendo el lomo por ₳ 60.000.

Los telefónicos voltearon a Guillán porque con Guillán estaban condenados a morirse de hambre. Hacer depender la lucha salarial de Foetra nacional es un callejón sin salida porque es una agencia de los privatizadores y del plan BB. Foetra Buenos Aires tiene todo lo que hay que tener para hacer punta: intimar a la empresa por ₳ 160.000 de mínimo —que es la actualización del reclamo fijado por la asamblea en mayo— y salir a la lucha si no hay solución: esta es la salida frente al derrumbe del salario y la privatización. No hay entrega de Entel que valga con un gremio movilizado por el salario, si habrá privatización con un gremio hambreado. La clave es hoy la lucha consecuente contra la miseria de los ₳ 12.000.