Finalmente, el “preacuerdo” salarial –firmado con Telefónica el 14 de julio– es el mismo que firmaron con Telecom. El aumento ronda entre un 20 y un 25% a partir de julio, no va al básico y al ser “remunerativo”, se le aplican todos los descuentos, pero no corre para los adicionales como las guardias (turnos diagramados) o el premio por presentismo.

A pesar del rechazo de las asambleas, la dirección de Foetra sigue adelante, desconociendo a la base del gremio. Los “preacuerdos”, que no tienen la rubricación inmediata en plenarios de delegados o en asambleas generales, son “acuerdos definitivos” entre una dirección que sobrevive atornillada en sus cargos y que no informa ninguna de las instancias de negociación. Recién este jueves 22 de julio, quince días después del “preacuerdo” con Telecom, se ha convocado al Plenario de Delegados y todavía no se ha puesto fecha a la Asamblea General, confesión de que no quieren convocarla.

Los “preacuerdos” firmados por la dirección de Foetra vienen con una frutilla adicional vergonzosa. Se incluye una cláusula de “paz social” por un año, que es una garantía para las empresas y el gobierno, mientras continúan las políticas de vaciamiento y tercerizaciones. Se agrega a esto que la “organización gremial y sus representados se comprometen a efectuar un ‘esfuerzo extraordinario’ para obtener la rápida recuperación de los servicios afectados por el conflicto” (acta con TelefónicaTasa, 14/7). El nuevo “acuerdo” arranca con un apriete hacia los trabajadores.

Durante todo el mes de julio asistimos a un intento de dilatar  para aprobar este “preacuerdo” de hecho, con chantaje incluido: “esto o nada”. Hay que rechazar el acuerdo trucho, reclamar un aumento al básico desde julio, el 35% a todos los rubros y que el acuerdo sea de seis meses, como en el Smata. Reclamar la reincorporación de Manuel Salguero y Hugo Escalante en Telecom. Ninguna cláusula de “paz social”. Que se convoque a la Asamblea General urgente, en horario de trabajo y en un lugar accesible a todos los trabajadores.