Sindicales
5/9/2002|770
Ford y Volkswagen en el ojo de la tormenta
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Las automotrices de Pacheco se preparan para imponer nuevos despidos masivos; Volkswagen a 468 trabajadores actualmente suspendidos y Ford a cerca de 150 mecánicos. Se profundiza así una sangría que ya costó varios miles de rajes en ambas plantas en los últimos años. Se prevén maniobras como la de integrar a los operarios de Volkswagen en cooperativas que brinden servicios en la planta de Pacheco o promover “retiros voluntarios”, jubilaciones anticipadas o traslados compulsivos (La Nación, 28/8). Se habla hasta del pase de trabajadores a plantas autopartistas –Fate, por ejemplo- , perdiendo, claro está, condiciones de salario y de convenio.
La trilogía: patronal, Estado, burocracia
Luego de embolsar miles de millones de dólares en las últimas dos décadas –subsidios y eximiciones de impuestos de parte del Estado mediante-, Volkswagen presentó un recurso de crisis, aceptado por el Ministerio de Trabajo, para despedir pagando la mitad de la indemnización. El Estado “arbitró” a favor de los capitalistas y lo mismo hace la burocracia del Smata, que acepta sin chistar suspensiones masivas.
Mientras tanto, se caldea el ánimo de los trabajadores, que le exigen al sindicato que pare los despidos. La presión de las líneas de producción ha llevado al burócrata Pardo a amenazar con cortes de ruta, paros y lo que sea necesario…
Que se vayan todos. Que se queden los trabajadores
En 1985, los compañeros de Ford pasaron por encima de la burocracia y ocuparon la planta para impedir miles de despidos. Este es de nuevo el único camino: la ocupación de las plantas automotrices, colocarlas bajo gestión obrera y exigir su expropiación.
Por la misma situación atraviesan decenas de plantas que rodean a las automotrices. Es necesaria la coordinación de todas las fábricas en lucha contra los despidos y los vaciamientos, para colocarlas bajo gestión obrera.