Sindicales

17/12/1999|612

Fracasó la ‘autogestión’. Aumento de presupuesto

El colapso del Hospital de Clínicas es la manifestación más dramática del hundimiento presupuestario general de las universidades nacionales. Las siguientes notas son producto de un debate de la fracción no-docente del PO.


En una reciente columna en Página 12 (3/12), el eminente cirujano Florentino Sanguinetti, radical, shuberoffista, director del Hospital de Clínicas hasta marzo de este año, sale a la palestra a declarar que el hospital es un caos y está al borde del colapso. Pero que no es culpa suya, porque bajo su gestión fue superavitario. Y no sólo eso sino que, con el dinero de la autogestión (arancelamiento y cobro de servicios), se realizaron grandes obras y se compraron aparatos de todo tipo.


Desmemoriado el doctor, si se recuerda que su colega, el menemista Ferreyra, al despedirlo dijo que lo respetaba como médico, pero que había sido un pésimo administrador que dejaba un déficit millonario.


En segundo lugar, oculta el profesor Sanguinetti que bajo su mandato, no era de la ‘autogestión’ de donde se pagaban los insumos y los sueldos y que la abrumadora mayor parte del financiamiento venía del presupuesto de la Universidad de Buenos Aires. Y que, con el cuento de la autogestión, redujeron sistemáticamente el aporte presupuestario, hasta llegar a la situación actual, en que se adeudan salarios, no hay insumos y el decano de Medicina declara que el hospital está a punto de cerrarse (La Nación, 10/12).


Tampoco revela el eminente galeno que esa política de ‘autogestión’ que lo enorgullece transformó al Clínicas, de un hospital escuela universitario, que atendía gratuitamente al 10% de la población de la Capital y era centro de derivación de todo el país, decano de la investigación y formación médica, en una clínica privada, para obras sociales y para los que pagaran las prestaciones, totalmente aranceladas.


La catástrofe del Clínicas no se debe, como dice la actual conducción, a las deudas de las obras sociales sino al fracaso de la política que pretendió financiar un hospital público de altísima complejidad con fondos de obras sociales, quebradas por el trabajo en negro y la desocupación. Mientras el presupuesto universitario era desviado al salvataje del beneficio capitalista. Política de cuño cavallo-menemista, apoyada ardorosamente por el radicalismo, bajo libreto y dirección general del Banco Mundial. Es también el fracaso del privatizador Sanguinetti, que hoy intenta esquivar su responsabilidad y la de su parcialidad política, la Alianza.


El Partido Obrero plantea, la anulación de los acuerdos con el Banco Mundial, derogación de la ‘autogestión’ y todos los aranceles, recuperación del presupuesto de los hospitales universitarios y su aumento, sobre la base de impuestos al gran capital, para atender gratuitamente, cubrir insumos, investigación y docencia y sueldos mínimos equiparados a la canasta familiar, bajo control de trabajadores docentes y no docentes