Sindicales

13/9/2012|1239

¿Fraude en la Conadu Histórica?

La dirección de la Conadu Histórica está preparando un "dictamen" de junta electoral por el que se restringe la fiscalización de la próxima elección, que comienza el 18 de setiembre, a afiliados de la asociación de base donde se vote. La resolución, que estaría por ser aprobada por la junta electoral, de mayoría oficialista, contraría toda la tradición de Conadu H, nacida precisamente contra las prácticas de la burocracia sindical, contra la ley Banelco y la cooptación de los sindicatos al Estado y su ley del unicato sindical. Hasta ahora, cualquier persona acreditada por la lista podía fiscalizar, como se hizo recientemente en la extraordinaria elección de AGD en la que votaron 3.460 docentes, en urnas enteramente fiscalizadas por la oposición.


Indisimuladamente, la resolución apunta al fraude. En la Conadu H votan 22 universidades en cuyos sindicatos de base no siempre hay expresión de la lista opositora. Con la resolución apuntada se crea el terreno para una vieja práctica en la CTA, que quedó expuesta en la fractura: inflar de votos inexistentes las urnas no fiscalizadas para fingir resultados, mayorías inexistentes y participaciones también inexistentes.


El frente formado por la Naranja (PO e independientes) y Alternativa Docente (PCR e independientes) dirige los más grandes sindicatos de la Conadu H: AGD-UBA, Fadiuc de Cuyo y Adiunt de Tucumán, junto a Comahue y minorías y agrupaciones en distintos puntos del país. Puede ganar la mayoría de votos si no hay fraude; en cambio, será más difícil ganar la mayoría de congresales, puesto que pequeñas asociaciones -que llegan al extremo de un sindicato de la UTN de 27 afiliados recientemente creado por el oficialismo- consagran una proporción de delegados muy superior que las grandes como AGD, que supera los 4 mil afiliados.


La maniobra sólo confirma el giro de la conducción que lleva como candidata a secretaria general a una ex asesora del bloque radical legislativo de Santa Cruz, que alberga en sus filas elementos yaskistas y que de conjunto se inclina cada vez más a trasformarse en dócil instrumento sindical de la política de las gestiones de la universidad, más o menos kirchneristas, estratégicamente orientadas al ajuste, y la penetración privada a través de los subsidios mineros y las viejas leyes educativas del menemismo.


Esta maniobra de fraude debe llamar a un debate en las filas de La Mella y otras agrupaciones estudiantiles -y sus correlatos docentes-, que participan del frente de izquierda en la Fuba y otros centros y federaciones, pero han apoyado en diversas instancias a la actual dirección de la Conadu H.


La lista Unidad Docente denunciará y combatirá esta resolución, para que sea un bumerán contra sus inspiradores.