Desde fines del año pasado, Coto viene produciendo despidos en todo el país. No estamos hablando del recambio constante de personal que suelen tener estos centros de explotación negrera, sino que se trata de una política planificada desde arriba que tiene relación directa con la compra (producida a principios de año) de al menos el 45% del paquete accionario de Coto por parte del pulpo yanqui Wal Mart. El número de despidos y “renuncias” forzadas ya se aproxima a la escalofriante cifra de mil compañeros. A lo que hay que sumar también el despido de auditores y sectores jerárquicos.

Ciudad de Buenos Aires: la entrega de Cavalieri

En las sucursales de Capital Federal, en los últimos meses se vienen produciendo “tandas” de despidos o “renuncias” forzadas, que en casi todos los casos recaen sobre los compañeros de mayor antigüedad. Los realizan en “tandas” con el fin de evitar posibles reacciones de los compañeros.

Al mismo tiempo, con total descaro, están tomando personal nuevo ¡y hasta anuncian aperturas de sucursales! Es decir que están reciclando personal, a la par que están tercerizando sectores como el de seguridad.

Frente a esta situación, la burocracia sindical de Armando Cavalieri (y su “secretaria” en Coto: Ramón Muerza, subsecretario de Organización) sólo oficia como una oficina más de la patronal.

Se dedica a impedir las elecciones de delegados en aquellas sucursales donde teme la posibilidad de que se presenten candidatos independientes de la burocracia; a organizar elecciones truchas para meter delegados patronales, e incluso fraudes, allí donde “sus candidatos” pierden, ya sea a mano de candidatos de nuestra agrupación (sucursal 108) o inclusive cuando son oposiciones internas del propio sindicato, pero que “osan” asomar alguna iniciativa de denuncia (como en la 45).

Los delegados truchos, así como la Directiva, simplemente dejan pasar los despidos, en vez de oponerse y unir la lucha de todos los Coto contra esta ofensiva general de la patronal.

La lucha de Rosario

En Rosario, el flamante y combativo Cuerpo de Delegados de Coto, con la agrupación Resistencia Mercantil a la cabeza, viene protagonizando un plan de lucha por el reconocimiento del pago del 100% de los feriados y fines de semana, y por la recuperación del descanso hebdomadario (sábado y domingo). Además, reclama aumento salarial y estabilidad laboral.

Con estos reclamos llamaron a sus compañeros a no asistir a trabajar el último feriado, 25 de mayo, a la par de que lanzaron una campaña de “No compre el 25 en los Coto” en toda la ciudad de Rosario. El Sindicato de Empleados de Rosario acompañó la medida resuelta por los delegados de Coto imprimiendo los afiches de esta campaña. La jornada fue preparada con cinco actos de agitación en la semana previa en la puerta de los Coto. La medida tuvo una fuerte repercusión, destacándose algunas sucursales y con un ausentismo del 80%.

Pero en las últimas semanas, los compañeros han sufrido cinco despidos en dos de las sucursales más organizadas.

Frenar los despidos

Está planteado, como base necesaria para poder pelear cualquier otra reivindicación, imponer la estabilidad laboral en los supermercados; en primer lugar, en Coto. Responder a cada despido con un piquete, llamar a los compañeros a no agarrar la guita, con la idea de comenzar una gran campaña por la estabilidad laboral y el resto de las reivindicaciones.

En Capital y Gran Buenos Aires, Combativos Mercantiles iniciará una campaña de solidaridad con esta lucha y contra los propios despidos. Llamamos a los compañeros a no renunciar (lo que los deja sin siquiera el seguro de desempleo) ni aceptar los despidos comunicándose con nuestra agrupación (y no con los entregadores sindicales) para organizar la resistencia.

En Rosario, el Cuerpo de Delegados y la Directiva tienen planteado encarar este problema para avanzar en las reivindicaciones. Necesitamos la consolidación de la unidad de todos los Coto, el férreo compromiso por parte del conjunto del Sindicato y de todo el Cuerpo de Delegados de Rosario por esta lucha estratégica que puede cambiar la relación de fuerzas de los empleados de comercio de Rosario.