Sindicales

4/9/2017

Frente a los despidos en Bravo Energy

Plenario de delegados de base y paro de la CGT regional

El 18 de agosto, mientras el Cordón industrial de San Lorenzo se conmovía por la muerte de un obrero de la construcción que se encontraba en tareas de ampliación de la agroexportadora Renova, la planta industrial Bravo Energy, ubicada en el acceso norte de San Lorenzo, cerraba sus puertas y sus más de 30 trabajadores se desayunaban con el cartel colgado por la patronal en el ingreso del predio, que señalaba el cierre definitivo de la fábrica.


 


Bravo Energy, de capitales norteamericanos, se dedica al tratamiento de residuos y aceites usados para convertirlos en combustibles. Cuenta con plantas en México, Chile y Argentina. Entre sus principales clientes se encuentran importantes multinacionales como Shell, Castrol, John Deere, General Motors, etc. 


 


El proceso de vaciamiento está latente desde hace tiempo atrás, con deudas al fisco, cuota sindical y proveedores. Los trabajadores lo saben más que nadie, ya que desde junio no percibían su salario. Se trata de un vaciamiento y cierre premeditado por la patronal.


 


Los trabajadores se encontraron el lugar bajo llave y candado. El sindicato llamó a quedarse en la puerta, para visibilizar el reclamo. Esto no es suficiente. Durante la reunión en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe por la conciliación obligatoria la patronal hizo un ofrecimiento nefasto, el pago de las indemnizaciones al 50% y en 8 cuotas. Son más de 30 familias las que han lanzado a la calle, desconociendo aún el cobro de los dos meses adeudados y su pertinente indemnización.


 


Desde el Partido Obrero nos pronunciamos por la defensa de todos los puestos de trabajo de los obreros de Bravo Energy, no basta con visibilizar los despidos. Hay que ocupar toda fábrica que cierra o despida.


 


Este cierre fraudulento se inscribe en la crisis brutal que sufre el conjunto de la clase obrera por el ajuste de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales. Ningún bloque político, a excepción de la izquierda, se pronuncia en contra de los despidos de la región. Los bloques políticos patronales son ejecutores de esta política de ajuste.


 


Basta de despidos y suspensiones. Por la defensa de todos los puestos de trabajo.


 


Por un plenario de delegados de base y plan de lucha.


 


Por un paro de la CGT regional contra los despidos, suspensiones y muertes obreras en el Cordón industrial .