El pasado 8 de abril,  lxs trabajadorxs de la salud realizaron un paro que tuvo un alcance masivo en hospitales de capital y el interior provincial. La medida de fuerza se construyó desde las bases y fue una contundente demostración de las reservas de lucha que tiene el movimiento.

Cabe recordar que lxs trabajadorxs ya venían organizando, por medio de asambleas en los hospitales, el reclamo por la recomposición salarial, planteando un básico de $70.000. La noticia de los despidos de personal contratado fue un detonante. La cesantía de profesionales flexibilizados es una expresión palmaria de la política de ajuste contra la salud pública que encabeza el gobierno provincial.

La medida de fuerza se hizo sentir en la capital mediante una concentración en el Polo Sanitario. Ahí se reunieron representaciones de varios hospitales. También hubo protesta en Av. Patria, una arteria central de la zona norte de la ciudad, votado por la asamblea del Córdoba y ratificado por el hospital Transito Cáceres. En el interior también hubo acatamiento de la medida de fuerza.

Las conducciones sindicales quisieron arrogarse el mérito de la acción de lucha. Las mismas conducciones que no movieron un dedo por el derecho a huelga de lxs residentes, sobre quienes el gobierno deposita la tarea de sostener el  sistema de salud, en condiciones de suma regimentación.

De modo que defender el derecho a huelga de lxs residentes es clave, para hacer más contundente aun las medias de fuerza. A pesar de las presiones para no parar, la huelga fue una respuesta contundente a la política del gobierno, que paga salarios de miseria y despide al personal de salud contratado.

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El paro debe tener continuidad a fin de ir construyendo un plan de lucha progresivo para derrotar el ajuste del gobierno, y, a su vez,  abrir paso a los reclamos que se vuelven más urgentes a medida que la pandemia avanza.
Acompañar la lucha de lxs trabajadorxs de salud, por salario, reincorporación y pase a planta permanente, insumos, infraestructura y personal, y un plan de vacunación que alcance a todos los agentes es la mejor manera de defender la salud pública.

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