El plenario de la CSC-PO se adelantó de manera urgente al 6 de agosto, pero no tuvo nada de improvisado. Resolvió una respuesta en tiempo real frente al desbarranque del gobierno del Frente de Todos y la profundización del ajuste fondomonetarista que ha resuelto como tabla de salvación a su descomposición. Así fue caracterizada la asunción de Massa.

Mil compañeras y compañeros, entre presenciales y por Zoom, compuestos por secretarios generales de sindicatos y seccionales, congresales y delegados de fábricas, dependencias estatales y escuelas, debatieron las tareas que debe afrontar el movimiento obrero frente al plan de ataque del nuevo ministro de Economía, sostenido por todas las alas del gobierno de Frente de Todos, especialmente por Cristina Kirchner y la burocracia sindical.

Presentes los dirigentes de las principales luchas obreras en curso

El plenario fue abierto por Romina Del Plá, secretaria general del Suteba Matanza Multicolor, representante de una docencia que a nivel nacional ha comenzado una escalada de paros provinciales arrancados a la burocracia kirchnerista de Ctera.

Lo continuó Alejandro Crespo, secretario general del sindicato Sutna del neumático, a la cabeza de la lucha más profunda del movimiento obrero industrial con asambleas, movilizaciones y paros generales en todas las fábricas del neumático desde hace más de dos meses, que enfrenta a patronales que se muestran inflexibles.

Siguió Ileana Celotto, secretaria general de la AGD-UBA, que viene de paros docentes universitarios por la reapertura de la paritaria del sector y de una gran campaña como candidata central de la Multicolor en las elecciones de la CTA.

Y cerró el primer bloque de intervenciones Eduardo “Chiquito” Belliboni, del Polo Obrero, dirigente del movimiento piquetero que ya salió a cruzar a Massa en una movilización multitudinaria la semana pasada.

También fue parte de la apertura Gabriel Solano, legislador de la CABA por el FIT-U y dirigente nacional del Partido Obrero.

El cierre, tomando las conclusiones del debate de 8 comisiones colmadas, estuvo a cargo de Néstor Pitrola, fundador de la Naranja Gráfica y dirigente nacional del Partido Obrero.

Pero además, fueron protagonistas e hicieron uso de la palabra Cristina Mena, del MTR 12 de Abril, que en su saludo expresó una clarísima radiografía de los desafíos que se abren para la clase obrera, muy coincidente, dijo con satisfacción, a la que se está discutiendo en este plenario; dirigentes del movimiento de docentes autoconvocados de la Rioja, protagonistas de una de las huelgas más masivas de esa provincia, Graciela Caballero, secretaria general del Sindicato Docentes Unidos Autoconvocados de La Rioja, Duar, y Pedro Carrizo, secretario gremial de la rama Media y Superior; María del Carmen Díaz, de la Agrupación de Trabajadoras de Casas Particulares, quien presentó todo un plan de lucha para arrancar definitivamente al ministerio de Trabajo la legalización del Sindicatos de Trabajadoras de Casas Particulares; Patricia Jure, secretaria gremial de Aten capital, en medio de un fuerte paro provincial; Lucas Olaz, delegado minero de la multinacional Yamana Gold, de Santa Cruz; Yolanda Peñaloza, secretaria adjunta del Sindicato de Trabajadores Municipales de Jesús María, Córdoba; Gabriel Silisque, recientemente electo delegado del Astillero Río Santiago, Ensenada; Ricardo Fernández, delegado Vitivinícola de Maipú, Mendoza, referente de la gran huelga contra las patronales y la burocracia vitivinícolas de la provincia, entre muchas y muchos otres dirigentes sindicales clasistas de todo el país.

También se dirigió a los asistentes César “Chino” Arakaki, trabajador de la cultura, condenado por enfrentar al régimen ajustador de Macri, y por el que estamos todos en lucha por su absolución, junto a la de todos los trabajadores criminalizados por luchar, 50 de ellos, militantes del Partido Obrero.

Un gobierno averiado para encarar la ofensiva contra los trabajadores

Por unanimidad, el plenario obrero caracterizó a la llegada de Massa al gabinete nacional como la última carta de un gobierno agotado. Massa asume con la pretensión de una ofensiva en regla contra la clase trabajadora, mediante una inflación galopante, austeridad fiscal y monetaria estricta, tarifazos, reducción del gasto público, ajuste contra las provincias y contra los salarios y las jubilaciones.

Ya causó ruido la idea de sumas fijas en los ingresos obreros que sería un virtual ataque a las paritarias. Y “auditorías” al movimiento piquetero que inunda las calles en reclamo de trabajo y contra el hambre. Las pocas y dudosas medidas anunciadas son en favor del capital financiero y los exportadores, apuntando a más endeudamiento, al mismo tiempo que anuncia un canje por no poder pagar esas deudas.

Por estos motivos, el plenario consideró también que se trata de un manotazo de ahogado de un gobierno en caída libre, y por lo tanto más débil todavía para avanzar en esta ofensiva.

Ante los ojos de toda la clase obrera se desnuda el fracaso del peronismo que ató a la Argentina al FMI y a su plan de colonización nacional de parte del capital financiero. Frente a la población aparece el derrumbe del régimen de peronistas y de Juntos por el Cambio, y se agiganta la necesidad de una salida obrera a la crisis.

Una lucha conjunta por la recuperación de los sindicatos y por una salida política de la clase obrera

El plenario caracterizó también la profunda integración de todas las variantes de la burocracia sindical, de la CGT y de las CTAs, que han salido a bancar al representante del imperialismo yanky, Sergio Massa, en medio de maniobras y volteretas. De ahí que –con la movilización del 17 de agosto de la CGT y de la CTA Yasky en veremos, se debaten en levantarla o sostenerla, pero siempre en apoyo del gobierno.

Se abrió, caracterizamos, una etapa de maniobras porque la burocracia sindical ya no puede contener en los términos en los que lo venía haciendo. Movilizaron la CTA A junto a Grabois, el Fresimona de Pablo Moyano, la Corriente Federal y Yasky, el Trío Vaticano el 7 a San Cayetano y deshojan la margarita sobre el 17. Apuntan a “los formadores de precios” como si el gobierno fuera una víctima y no su socio y, aún, el principal formador de precios. Hasta la UOM tuvo que movilizar, claro que para firmar una paritaria que quedó después de su revisión en 20 o 30 puntos debajo de la inflación prevista.

Es que la realidad que se ha abierto muestra al movimiento obrero erosionando la contención de las burocracias sindicales: la paritaria del Sutna, la Unidad Piquetera, el Mendozazo de los docentes y estatales, la rebelión docente de La Rioja, los paros en Río Negro, Santa Cruz, Chubut, Santa Fe, Tierra del Fuego, los mineros de Yamana Gold que salieron en Santa Cruz a la huelga por salarios y condiciones laborales, la lucha de la Conadu H, son muestras del período abierto.

El plenario balanceó el acierto de la CSC de colocar en la agenda nacional la cuestión del paro nacional y el plan de lucha desde la Marcha Federal piquetera hasta ahora. Es una respuesta ante la magnitud de la crisis capitalista y la crisis política, por un lado. Y por otro, ante las luchas que inevitablemente se suceden y se sucederán en el período que se abre, que el plenario caracterizó como convulsivo.

Desde ese lugar nos planteamos la política de una movilización independiente, llamada por el Plenario del Sindicalismo Combativo el 17 de agosto, con nuestras banderas: paro nacional y plan de lucha y abajo el pacto y el ajuste del gobierno y el FMI, junto al salario y todas las reivindicaciones.

Pero tanto en el documento central como en las resoluciones de plan de acción que publicamos aparte de esta nota asociamos esta orientación a dos cuestiones: la salida de los trabajadores a la crisis y la construcción de un nuevo movimiento popular con banderas socialistas para llevarla adelante.

No es concebible una nueva dirección de los sindicatos sin la superación del peronismo y a la inversa. La cuestión de una nueva dirección clasista está asociada a la ruptura de los mejores activistas con el kirchnerismo y con el peronismo en su conjunto. El fracaso del gobierno del Frente de Todos, su fragmentación y este episodio de Massa abren una nueva fase de la crisis del peronismo que es el campo de desarrollo del clasismo y de una alternativa obrera y socialista.

En esa dirección incorporamos la cuestión del congreso de delegados con mandato de todos los sindicatos y movimientos piqueteros que debata la reivindicaciones, un programa social y económico de los trabajadores y las medida para llevarlo adelante. Explicamos que el paro nacional y el plan de lucha son un puente en este desarrollo hacia la huelga general para derrotar con millones de trabajadores movilizados al FMI y sus agentes políticos.

El plenario ha sido sin duda, un punto de apoyo para ir por mucho más, adelante compañeras y compañeros.