Sindicales

6/10/2021

Garbarino: comenzaron los despidos y la patronal intenta vaciar el depósito central

Autoconvocados presentaron un plan en el Ministerio de Producción para que trabajadores e infraestructura de la empresa sea absorbida por el Estado.

El primer día de octubre, los trabajadores de Garbarino movilizaron a Casa Rosada en reclamo de una solución a la terrible situación que viven. Acumulan una deuda salarial de 6 meses, se les debe aguinaldo y bonos, no cuentan con cobertura médica, viven con $22 mil de Repro, y cada día son más las sucursales que cierran en todo el país. Pero la situación se agrava, porque la patronal comenzó a repartir telegramas de despidos siendo 150 los enviados a trabajadores de Compumundo, una de las empresas del grupo comercial. Según trascendidos, esta tanda de despidos sería la primera y se pretende cesantear al 75% de la planta total (IProfesional, 5/10). En paralelo a la movilización a casa de gobierno, los autoconvocados tuvieron que organizar bloqueos en el depósito central de Tablada para evitar su vaciamiento, allí se concentra la mayor parte del stock de mercadería.

En un petitorio presentado en el Ministerio de Producción de Kulfas el mismo viernes, los trabajadores proponen una salida: que quienes pertenecían a los locales de venta comercial sean reinsertados en CorreoCompras.com.ar , quienes trabajen en Garbarino Viajes pasen a trabajar para el Programa Previaje y Aerolíneas Argentinas, quienes trabajan en Compumundo pasen a la plataforma de Argentina Programa, y las plantas Tecnosur y Capital Fueguina sean nacionalizadas para continuar la producción.

Fruto de la movilización fueron recibidos por Julio Vitobello, secretario de Alberto Fernández. Allí pidieron al gobierno que concrete una mesa de enlace con el Ministerio de Trabajo, Desarrollo Social y Producción para que se brinde una solución a los trabajadores. Aunque el secretario se comprometió a avanzar en ese sentido, todavía no hay novedades. Recordemos que el conflicto había sido tomado por la cartera de Claudio Moroni, quien sostuvo reuniones periódicas con Cavalieri y autoridades de la empresa pero lejos de avanzar en soluciones las audiencias cumplían una función de descompresión. También acercaron un petitorio a Juan Zabaleta cuando asumió en Desarrollo Social pidiendo asistencia alimentaria para los trabajadores que peor la están pasando, tampoco hubo respuesta. Entre las movilizaciones a aquellos ministerios donde no se dio respuesta, y la última movilización donde hubo un compromiso de solucionar el conflicto pasaron las Paso con una histórica derrota del gobierno.

Si la patronal pudo en este tiempo avanzar en el vaciamiento cerrando sucursales, pagando a discreción la deuda salarial, truchando documentos para que el Estado garantice Repros e incluso ahora avanzando en despidos cuando rige el DNU que los prohíbe y en maniobras para hacerse del stock comercial, es porque existe una complicidad con el gobierno. Después de todo, Rosales no paga aportes patronales desde que maneja la empresa porque el gobierno dictaminó en emergencia sanitaria ese beneficio para las empresas.

El carácter capitalista de este gobierno no significa que la lucha está perdida, sino que la pelea se debe emprender con independencia política del gobierno. Esta vía de negociación que se abre con el presidente es una nueva oportunidad para obtener respuestas pero solo la lucha callejera hará que se tomen en consideración la reubicación que proponen autoconvocados para mantener todos los puestos de trabajo y el pago de los salarios adeudados.