A dos meses de iniciarse la lucha, los trabajadores del Hospital Garrahan realizaron una nueva Asamblea General. Tras dos importantes paros con movilización a los Ministerios de Salud y Economía, el reclamo por aumento de salario no para de crecer. La falta de respuestas de las autoridades derivó en la masiva votación de un nuevo paro de 6 a 21 hs. para el martes 1 de noviembre, con movilización al Congreso de la Nación. A los reclamos por salario, se sumó ahora el reclamo por un régimen de insalubridad en el hospital.

Tras la huelga de dos turnos con movilización a la cartera que conduce el “superministro” Sergio Massa, la semana pasada el Consejo de Administración del hospital hizo un “nuevo ofrecimiento”. Celebrado por los militantes del ajuste hospitalario (UPCN, junto con las burocracias menores de Sutecba y la Verde-Blanca de ATE), los consejeros publicitaron descaradamente un incremento de $10.000 en los recursos genuinos y el adelantamiento del bono de fin de año, a cobrar con los haberes de noviembre en lugar de diciembre. Es una burla más que condimenta el 60% de rebaja salarial, que no sería revisado hasta enero… ¡el año que viene!

Con una inflación anual proyectada por encima del 100%, perpetuar una paritaria del 60% para el 2022 es una confiscación salarial inadmisible. El Consejo dice que no hay plata, pero no dice que cada uno de estos consejeros son funcionarios del gobierno nacional y del gobierno de la ciudad, que día a día trabaja para que en los hospitales las partidas presupuestarias sean despiadadamente reducidas. Es decir, no hay plata para los trabajadores y el sistema de salud, pero sí la hay para los sojeros, los especuladores y los concentrados grupos empresarios.

La movilización al Congreso de la Nación pondrá sobre el tapete el contenido político que reúne nuestra rebaja salarial. Tanto los oficialistas como la oposición patronal acuerdan en un presupuesto a la baja que tendrá los números de ajuste del “gasto público” que solicita y serán trimestralmente revisados por el FMI. Se plantea un recorte del 19,2% en Salud y un 15,5% en Educación. La conmovedora movilización unitaria entre los trabajadores del Garrahan y los Residentes y Concurrentes de la Ciudad dejó al desnudo que el ajuste es una política compartida por ambos lados de la grieta.

Pero esta movilización de salud también demostró que hay voluntad de los trabajadores para enfrentar esta política. Ya sea por la vía de las autoconvocatorias (genuinos espacios de organización que surgen frente a un reclamo y una crisis de representación gremial) y/o por medio de los sindicatos recuperados, como nuestra clasista Junta Interna ATE Garrahan. Comienza a generalizarse una metodología de lucha: asamblea, movilización y paro. Si no hay respuestas o son insuficientes, se redoblan las medidas, como hicieron los Residentes de CABA ante la oferta miserable de Quirós de $15.000 de aumento.

Inspirados por el reciente triunfo del Sutna, quienes enfrentaron conjuntamente a patronales, al gobierno y a la  burocracia sindical, los trabajadores del Garrahan y de la salud sacamos la valiosa lección de que es por ese camino de lucha e independencia política que se puede ganar. Proponemos a todos los trabajadores, sean del sector y la profesión que sean, a que se sumen a esta lucha. El salario y las condiciones de trabajo de los enfermeros, médicos, auxiliares, técnicos, administrativos y operarios del hospital son un pilar fundamental del sistema de salud pública. Es tarea nuestra defenderlo