La actividad gastronómica en hoteles, restaurantes y bares nunca estuvo parada realmente para proteger a los compañeros de las cocinas y camareros, aún por fuera de todo protocolo sanitario y medidas frente al covid, salvo por la suspensión de atención al público presencial. Sin embargo, el gobierno de CABA dispuso la reapertura de los comercios al público de a pie en el distrito con el índice de contagios más alto del país, cediendo a las presiones patronales de los empresarios del rubro y la burocracia sindical encarnada en Luis Barrionuevo, que ha incentivado y llamado a movilizar con su aparato diciendo representar los intereses de los trabajadores.

Frente a la medida anunciada, el líder de los Gastronómicos porteños y socio político de Rodríguez Larreta, Dante Camaño, dijo que “es insuficiente”, y aseguró que “el tema sanitario es grave”, pero se puede trabajar “tomando todas las precauciones del caso para no parar la economía” y agregó que “hay que tener fe en la población, la gente tiene responsabilidad”. Sin proponer ni hablar de protocolos de seguridad sanitarios para proteger a los trabajadores que dicen representar, ni siquiera se ha consultado con las bases, que continuaron trabajando a pesar del gran peligro de circulación del virus, movilizándose en transporte público, hacinados en lugares minúsculos, precarizados y hasta con permisos de circulación esenciales truchos dispuestos por las patronales.

Tampoco hace mención alguna sobre la situación de los aproximadamente 30.000 compañeros que han sido despedidos en cuarentena, solo tomando el sector formal, que son muchos más sumado a los precarizados y fuera de convenio, o los que han sido suspendidos con rebaja de su salario, en el medio de la crisis económica agravada por la pandemia.

Es necesario impulsar asambleas de todos los trabajadores gastronómicos que defina un plan de lucha y un programa, reclamamos un ingreso garantizado de $30.000 pesos, y por el fin de la precarización laboral como exigen los repartidores. Planteamos además la apertura de los libros de las grandes cadenas de locales que piden el ATP o despida, para evitar el fraude patronal y que los recursos sean destinados a cubrir los compromisos con los trabajadores.

Sobre la base de estos planteos es necesario impulsar la organización de los gastronómicos, independiente de la burocracia sindical de la UTHGRA y de los gobiernos, ante la entrega en este cuadro de ofensiva patronal.
Para darle mayor fuerza a estos reclamos es necesaria la unidad con los repartidores ATR, que hace meses vienen luchando por sus reclamos y los trabajadores de los fast foods, que nucleados en la agrupación Combo de lucha vienen organizándose para dar batalla a la burocracia sindical de Pasteleros.

Llamamos a participar masivamente de la jornada de lucha convocada por el Plenario del Sindicalismo combativo y a organizarnos y luchar por la recuperación de los sindicatos en manos de la burocracia sindical, que sean realmente una herramienta para la lucha por las reivindicaciones de los trabajadores, por protocolos obreros frente a la política patronal que afecta la salud de los trabajadores.

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