Sindicales

1/4/2004|844

Gráficos: Naranjazo para quebrar en fraude

El cambio es que se vayan

El avance de la Naranja en los talleres gráficos es verdaderamente impresionante. ¿Alcanza ya para una victoria sin atenuantes? El problema es que el resultado ¡no depende de los votos! La patronal y la burocracia sindical, sufren un ataque de nervios y preparan un fraude. El proceso electoral nos ha permitido ampliar nuestro trabajo y actuar como una fuerza organizadora (que somos a diario en nuestros talleres).


La campaña electoral desató un proceso de organización de talleres, la puesta en pie de los cuerpos de delegados, agrupamientos, denuncias de atropellos patronales, reuniones y reclamos de elección de delegados. Farmográfica, un gran taller de Pompeya, denuncia que un reclamo de elección de delegados terminó por tercera vez en despidos, alcahueteados por el propio sindicato, una práctica que aparece sistemáticamente en los relatos hasta de compañeros que van a realizar una consulta al sindicato.


Como muchos otros talleres, al calor de la campaña, el taller Chamorro reclamó elección de delegados con un petitorio firmado por toda la fábrica. El sindicato les pidió los nombres de los candidatos antes de hacer la convocatoria que les daría cobertura gremial; como los compañeros se negaron, la patronal acaba de despedir a medio taller. Los nervios patronales se empezaron a alterar. Nos pusimos al frente del conflicto, reclamamos urgente reincorporación al Ministerio de Trabajo, solidaridad de todo el gremio con Chamorro, fuera la burocracia entreguista, reincorporación incondicional.


En la Obra Social, después de despedir a la jefa de enfermería –esto porque dos de sus “subordinados” son candidatos naranjas– la dirección cortó los cambios de franco y guardias, una práctica habitual. La medida represiva no hizo más que extender la bronca a todo el sector y a todos los trabajadores. Una agrupación de base, desconocida hasta por los propios enfermeros candidatos de la Naranja, pinta los baños llamando a votar a la Naranja: en los pasillos de la OSPG no se habla de otra cosa que del cambio que se viene. Por si fuera poco, la Asociación de Enfermeros se pronunció en defensa de nuestro accionar.


La cuestión de la Obra Social, sobre la que acaba de salir un folleto especial de la Lista Naranja, es uno de los grandes temas de la campaña; las soluciones que planteamos, para acabar con los aranceles y restituir las clínicas zonales, están íntimamente emparentadas con la revalorización del salario, el fin del trabajo en negro y la evasión patronal, y el cumplimiento de la ley y el convenio. Todo esto no sólo mejorará el ingreso de los gráficos sino también las finanzas de la Obra Social, lo que significa la salud de los gráficos.


 


El fraude


Ongaro pretende que los jubilados voten la totalidad de los cargos de la Directiva, cuando, según el Estatuto, sólo deben votar un titular y un suplente para las cuestiones de los Jubilados. En este tema apelamos al Ministerio, llegaremos a la justicia y lo defenderemos en la calle y en la lucha.


En la elección anterior fuimos víctimas de un extendido fraude que la burocracia quiere repetir: en Util-Off, Sacerdoti, Tecnigraf, Microcorr, entre otros talleres, los compañeros insisten en que, en las elecciones anteriores, los resultados fueron cambiados. El método que usa la burocracia para esto es lo proliferación de urnas y el monopolio de la designación de autoridades de mesa por parte de la junta electoral monocolor, la cual obliga a la oposición a desplegar un ejército de fiscales.


¡Este año, la inflación de urnas es mayor! La Junta Electoral informó que habrá ¡32! urnas en la sede sindical, para una votación prevista de 300 jubilados y 220 activos, y tres urnas en la Obra Social.


La burocracia está jugada a que los ausentes voten en la sede y a cambiar los votos en la OSPG y los talleres; buscan falsificar las planillas de votación y meter sobres de la lista Verde en las urnas de la sede que escapen de control. Por si acaso, amplían los márgenes del fraude.


Impresiona que una burocracia asentada en un vasto aparato de corrupción y en un margen de voto cautivo; que maneja padrones y afiliaciones; que se respalda en la represión patronal más brutal; que tiene al Ministerio de su lado; tenga que preparar, además, semejante fraude.


Es que los treinta talleres que integran la Lista Naranja (se incorporó Clarín) hunden raíces muy profundas en todo el gremio; lo vemos en las fábricas bajo gestión obrera; en los talleres pequeños que dependen del convenio y la miserable escala salarial; en los talleres grandes que fueron golpeados uno por uno; lo vemos en el propio riñón del ongarismo, que es la Obra Social. La historia de lucha de la Naranja se combina con la fuerza del movimiento piquetero y la ANT.


Llamamos a todos los gráficos a votar y a fiscalizar por la Naranja.


Apoyar la lucha de Chamorro y de todos los que reclaman aumento y blanqueo.


Llamamos a todas las corrientes de la ANT a movilizarse en conjunto contra el fraude en el gremio gráfico.


 


El cambio es que se vayan


A cada paso de la campaña se aprecia el giro de la juventud. El desprestigio sin atenuantes del ongarismo y su pertenencia clara al pelotón de los Daer y los Moyano (lo cual es casi una concesión para quien está atornillado desde hace décadas), se refleja en decenas de talleres, que aparecen volcados a una mayoría Naranja. Pero para ganarle a una burocracia de esta magnitud (por sus lazos con los empresarios y con el Estado),es necesario ganarle en toda la cancha. Es necesario transmitir a los gráficos esta obligación y comprenderla nosotros mismos.


Ellos prácticamente no salieron a la campaña. Donde lo hicieron, nos atacan porque luchamos, sin advertir que eso es justamente lo que el gremio reclama. Nos atacan por antipatronales, por piqueteros, por la extraordinaria lucha de Atlántida. Propagandizan “las obras” de una Obra Social que han llevado a la decadencia. La campaña oficialista será como siempre, sin ningún contenido, haciendo exhibición de la “figura” de Ongaro retocada, y con un folleto de 30.000 pesos a cuatro colores con las fotos de “adherentes” sacadas a mansalva. En la misma línea, en diciembre sacaron agendas que costaron otro tanto, a cuenta de los fondos de los gráficos.


Las contradicciones del ongarismo son a esta altura insalvables. No pudieron “jubilar” al viejo caudillo porque es el único que “federa” a las mafias internas, pero el centro del agotamiento político de la burocracia se concentra precisamente en su figura, que sólo puede atraer el voto antiguo, conservador, el voto del miedo, de la prebenda, del clientelismo (raquítico), que no da ni para repartir guardapolvos con el comienzo de clases.


Si la Naranja sigue así, si llegamos a todos los afiliados, reforzamos las pintadas y afichamos con todo, si los candidatos siguen con este nivel inédito de militancia en puerta de fábrica hablando con cada compañero, y si conseguimos los fiscales, la burocracia sindical gráfica puede caer. Militemos para que una derrota sin atenuantes compense el apriete patronal, la complicidad del Estado y las podridas maniobras de una burocracia completamente agotada.


Para nosotros, la elección es un enorme trabajo de reagrupamiento basado en una perspectiva de lucha, en un programa de clase; para ellos, perder el queso es despedirse para siempre de un curro que no podrían recuperar jamás, porque están profundamente repudiados y a contramano de los trabajadores.


“El cambio es que se vayan”. Si ganamos y no se van, los sacaremos.