Este lunes 25 tuvo lugar una importante acción de lucha contra los cientos de despidos y el vaciamiento del sistema científico, en las puertas del Polo Científico ubicado en Palermo (donde se encuentran los edificios centrales del ex Ministerio de Ciencia y Técnica, del Conicet y de la Agencia I+D+i).

La jornada comenzó poco antes del mediodía con una asamblea convocada por ATE Conicet, luego de que el viernes 22 fueran ejecutados 90 despidos en el organismo (pese a los compromisos en contrario de su nuevo titular, Daniel Salamone). Con más de 500 personas, la asamblea reunió a los trabajadores del Conicet, a quienes están nucleados en ATE Mincyt, a gremiales de la docencia universitaria (AGD-UBA, Conadu y Conaduh) y a agrupaciones como Jóvenes Científicxs Precarizadxs, entre otros.

"Hay sobrecarga de tareas, hay muy poco personal de gestión en relación al tamaño que tiene el organismo y estos despidos provocarían una parálisis porque no se puede hacer ningún tipo de trámite, lo cual afecta a todas las investigaciones"
Damián Furman, delegado ATE Conicet https://t.co/DT0OIyEbxX pic.twitter.com/mWlAD1L4GQ

— Prensa Obrera (@prensaobrera) March 25, 2024

Pese al intento de amedrentamiento de las autoridades, clausurando el acceso a los edificios y desplegando -como ante cada acción obrera- policías en el Polo, la asamblea resolvió avanzar hacia una medida de acción directa, cortando la calle Godoy Cruz (algo a destacarse, ya que hacía tiempo que no había un corte en las inmediaciones del complejo). “Andate Salamone” y “Conicet de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode” fueron algunos de los cánticos.

La medida fue resuelta por unanimidad en la asamblea. Sin embargo, antes de eso se planteó un debate que puede ser de importancia con relación al futuro inmediato: hubo compañeros que mocionaron la ocupación del hall de Conicet. Aunque la acción fue transitoriamente descartada por la ausencia de las autoridades, queda planteada como herramienta fundamental de defensa del espacio de trabajo contra los despidos.

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Desguace

Aunque varios de los flamantes funcionarios lo quieran disfrazar, se está procesando un intenso desguace del área.

En el caso de Conicet, estos despidos se suman a la no adjudicación de las becas doctorales, incluso cuando Milei y Salamone ya habían reducido de 1.600 a 600 el número de las mismas.

En la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, que tiene como titular a Alejandro Cosentino (un empresario de las Fintech), son más de 300 los despidos, con la práctica disolución de áreas enteras de la cartera.

Finalmente se encuentra la Agencia I+D+i (Investigación + Desarrollo + Innovación), que administra fondos (provenientes tanto de préstamos de bancos internacionales como del Tesoro nacional y de diversas cooperaciones) para proyectos científicos y tecnológicos. Allí los despidos ya llevaron el número de trabajadores de 260 a 220, y se encuentran amenazados 50 puestos de trabajo más, de las llamadas “áreas transversales”.

Pero no solo eso: se ha comunicado informalmente que no se adjudicarían los programas PICT, que financian grupos de investigación, afectando las líneas de trabajo de más de 30 mil investigadores en el país (sí continuarían, claro, las líneas de promoción que se destinan a los grandes empresarios). Cosentino tiene la intención de volver a centralizar este organismo, actualmente descentralizado, para llevar más a fondo esta orientación.

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Por un plan de lucha de todo el Estado decidido en una gran asamblea general

La acción de este lunes viene precedida por otras acciones, incluida la ocupación de un piso del Conicet en enero y varios “ruidazos” y movilizaciones de los trabajadores de Ciencia, Tecnología e Innovación. Será continuada, a su vez, este martes 26 por una marcha al Ministerio de Economía del ajustador serial Luis Caputo, y el jueves 4 de abril por un banderazo y movilización a la Plaza Houssay de los trabajadores del Conicet.

En todo este proceso, UPCN ha estado ausente de las acciones y negociando sin pudor los despidos con las autoridades.

Para ajustar, el gobierno acusa de “casta” a los trabajadores del Estado, que ejecutan sus tareas por salarios de miseria, mientras la verdadera casta integra el gabinete nacional, negocia pactos desde las gobernaciones y, como los banqueros, se llena los bolsillos con el hambre del pueblo.

Esta política de vaciamiento y despidos necesariamente traerá acciones en respuesta. Lo que necesitamos, para entusiasmar a más compañeros y compañeras y pegar un salto, es que tengan un cauce. La fragmentación de estatales en medidas por sector, cuando la patronal es la misma, es una vía de desgaste. Esto no se disimula con las “jornadas” de ATE sin preparación ni paro efectivo. Por eso, hay que unificar la lucha del Conicet con el resto de los estatales. Una asamblea general de todas las dependencias afectadas para votar un plan de lucha progresivo -que incluya la permanencia en los lugares donde se concreten despidos- sería un gran instrumento.

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