Sindicales
23/8/2019
Gran marcha del sindicalismo combativo gana las calles de Córdoba
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En el marco de la jornada nacional de lucha convocada por el Plenario del Sindicalismo Combativo, el jueves 22 tuvo lugar en Córdoba una movilización con más de 1.500 trabajadores que levantaron un programa para dar una respuesta a la clase obrera ante la debacle nacional.
La marcha contó con la presencia del sindicato del neumático (Sutna) y miembros de la directiva de Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) de Córdoba, y la participación y adhesión de los compañeros de la Lista Naranja de la empresa Porta y del Sindicato de Municipales de Jesús María, que se encuentran encabezando una fuerte huelga en el municipio por el salario. También los trabajadores que forman parte de la organización Caminos Abiertos aportaron una importante presencia en la movilización.
La columna de la Coordinadora Sindical Clasista (CSC) estuvo nutrida por Lista Fucsia de municipales (SUOEM), compañeros del Frente Docentes en Lucha de la gremial universitaria ADIUC, Tribuna de Salud, la Lista Naranja de No Docentes y activistas de Luz y Fuerza; y contó con una destacada presencia de las y los compañeros de Tribuna Docente, que vienen desenvolviendo una intensa campaña de cara a las elecciones gremiales (a realizarse el viernes 23), liderando el Frente de Unidad para la Recuperación de UEPC, la única lista de unidad de toda la oposición independiente de funcionarios y autoridades -y a su vez, la única que incluso adhirió a la convocatoria del PSC.
Una mención especial merece la enorme columna del Polo Obrero, con más de 50 asambleas barriales de la capital cordobesa, que defienden en las calles la unidad de ocupados y desocupados. Ellos vienen protagonizando de un extenso plan de lucha contra los recortes del gobernador Juan Schiaretti a la asistencia social y los planes socio-laborales, como así también con el reclamo por trabajo genuino, por el fin de la precarización de los programas como el PIT y el PPP, y por un salario igual a la canasta familiar.
La jornada comenzó con el corte del Puente Centenario a las 15.30, para luego movilizar por las calles céntricas de la ciudad. En el acto tomaron la palabra referentes del SUTNA, la CSC y el Polo Obrero, a lo que se sumaron las adhesiones de diferentes sectores sindicales en lucha.
La convocatoria se opuso por el vértice a la tregua de las burocracias sindicales -que sostienen desde el pj-kirchnerismo de la CGT y la CTA Yaski hasta los “progres” de la CTA Autónoma-, y del pacto del Triunvirato Piquetero con el macrismo, en post de garantizarle la gobernabilidad al gobierno. En el transcurso de las intervenciones se alertó que tal parálisis responde a la orden explícita de Alberto Fernández, en busca de una “transición ordenada” que preserve los acuerdos con el FMI, descargando así las consecuencias de la bancarrota nacional sobre las espaldas de los trabajadores.
El llamado a desmovilizar de F-F es defendido a rajatabla por las burocracias kirchneristas, que en Córdoba han aceptado disciplinadamente la eliminación de la cláusula gatillo a los estatales. De esta forma, el gobernador Schiaretti es parte del acuerdo ajustador de gobernabilidad entre el macrismo y los Fernández.
La marcha fue un espaldarazo a la lucha de los municipales de Jesús María y del Polo Obrero, como así también un impulso ante los desafíos que enfrentan los docentes y los trabajadores de Porta en la lucha por recuperar el gremio y su cuerpo de delegados respectivamente. Pero fundamentalmente, la movilización abre una perspectiva de movilización de cara a la clase obrera, colocando en el centro de sus reclamos el paro activo de 36 horas, un plan de lucha nacional, y un congreso de trabajadores ocupados y desocupados, por la defensa del trabajo, la reapertura de paritaria, un aumento salarial de emergencia, la prohibición de despidos y suspensiones y el rechazo al pago de la deuda externa usurario.
Párrafo aparte merece el accionar de algunos partidos de la izquierda, que desarrollaron un acto divisionista con cerca de 300 personas. El MST, IS y PTS (que se sumó a último momento a la convocatoria) intentaron cambiar el carácter del PSC -constituido para reagrupar al sindicalismo combativo-, pretendiendo un acto con figuras políticas como oradores en lugar de los representantes obreros, violentando todos los acuerdos nacionales y provinciales.
La masiva movilización del PSC en Córdoba constituye un punto de partida para reforzar una activa campaña en las fábricas, las escuelas, cada lugar de trabajo y cada barrio, llamando a la acción a la clase obrera. Organizamos así una intervención consciente de los trabajadores que logre el desplazamiento de las burocracias sindicales, y marque una salida en los términos de la clase obrera, para que la crisis la paguen los capitalistas