Sindicales

18/7/2002|763

Gran movilización de la Asamblea de Haedo (y de todo el Oeste)

La represión y los asesinatos del 26 de junio pasado han producido una “levantada” en el nivel de participación y movilización de las Asambleas Populares, y Haedo no ha sido la excepción.


Ya el sábado 29, nos sumamos junto a muchísimas Asambleas a la marcha por los crímenes de los pibes de Floresta.


Pero, evidentemente, el hecho más notable se produjo el mismo 9 de julio. En efecto, en horas del mediodía se realizó un encuentro de vecinos con músicos locales y “choripaneada”, el cual registró una notable concurrencia (alrededor de 150 compañeros) si se tiene en cuenta que a las asambleas de los últimos sábados no estaban concurriendo más de treinta o cuarenta vecinos (en enero y febrero se llegaron a reunir alrededor de trescientos cincuenta).


Pero la sorpresa mayor la tuvimos cuando partimos hacia el Centro, al constatar que éramos alrededor de cien los que nos anotábamos en las listas para el control de seguridad.


Mientras viajábamos en el tren se fue poniendo de relieve que la consigna que más calaba entre todos (en primer lugar los jóvenes) era: “Dale alegría, alegría a mi corazón, la sangre de los caídos es rebelión…, ¡Ya vas a ver! ¡Las balas que vos tiraste van a volver! ¡Y sí, señor! ¡Vamos a vengar los pibes de Pueyrredón!”


Durante el viaje, nos fuimos juntando con otras asambleas del Oeste (Castelar, etc.) y al llegar a Once nos juntamos con otros sectores, con los que conformamos una gran columna que comenzó a marchar hacia el Congreso.


Unas cuadras antes se sumó una columna del PO de la zona.


Parece que hemos comenzado a retomar el rumbo de los cacerolazos de enero y febrero.


Por este camino, y ante las señales finales de derrumbe del gobierno de Duhalde, nuestra Asamblea se suma objetivamente a la preparación de un nuevo “Argentinazo”.